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Big Data para Chile
Miércoles, Agosto 1, 2012 - 18:17

La llegada del instituto francés INRIA al país, de la mano de nueve universidades chilenas y con el apoyo del estado, tiene por objetivo el desarrollo colaborativo de software de Big Data dirigido a las industrias estratégicas de Chile con la promesa de mejorar la productividad. Ciertamente un gran desafío.

Hace poco más de un mes comenzó la operación en Chile del instituto público francés de I+D en ciencias de la informática y matemáticas aplicadas, INRIA (Instituto Nacional de Investigación en Informática y Automática) gracias a la colaboración con nueve universidades chilenas, que en conjunto lograron adjudicarse el concurso internacional convocado por CORFO (Corporación de Fomento de la Produccción) de atracción de Centros de Excelencia Internacional para la Competitividad y que resultó en la creación del proyecto CIRIC (Communication and Information Research and Innovation Center) que será desarrollado colaborativamente entre el INRIA y las instituciones chilenas.

La llegada de INRIA a Chile, único país de Latinoamérica que cuenta con una sede del prestigioso centro francés, busca impactar notablemente en la cadena técnico-productiva del país, por medio del desarrollo de software dedicado a resolver y mejorar la productividad de sectores claves en la economía de Chile, como son las telecomunicaciones, la energía y los recursos naturales. La idea es crear plataformas de procesamiento de Big Data para potenciar toda la cadena y resolver los problemas que se presentan en cada una de las industrias críticas para la competitividad del país.

AETecno conversó con Michel Cosnard, Presidente y CEO de INRIA, quién estuvo de visita en Chile para dar el vamos oficialmente a este ambicioso proyecto, que cuenta con un financiamiento total de casi US$40 millones, de los cuales US$14 millones serán aportados por CORFO, a través de InnovaChile y US$25 millones suministrados por INRIA y sus asociados.

Michel Cosnard obtuvo una licenciatura en ingeniería en Ciencias de la Computación y Matemáticas Aplicadas de la ENSIMAG, una Maestría en Matemáticas Aplicadas de la Universidad de Cornell (EE.UU.), y un doctorado de Estado en Ciencias de la Computación de la Universidad de Grenoble.

 

-¿Por qué Chile?

-INRIA es un instituto público francés de investigación en informática y matemática aplicada y ciencias digitales. Tenemos 8 centros en Francia y uno en China, además de muchas cooperaciones en Europa y los EE.UU, pero no tenemos (hasta ahora) uno en Latinoamérica. Desde hace mucho tiempo que tenemos buena relación de cooperación con Brasil, Argentina y Chile, pero más con Chile.

Con Chile tenemos equipos de investigación conjuntos, programas de formación de estudiantes chilenos en Francia para doctorados en matemáticas aplicadas e informática cultivando una cooperación con investigadores franceses.

Por otro lado Chile es una economía fuerte con un crecimiento alto durante años, es una institución estable, con la cual se pueden hacer negocios y cooperación con mutuo interés. Y además, también está la acción de CORFO, que lanzó este concurso internacional para sostener centros de excelencia de nivel internacional.

Por estas razones hemos competido en este concurso y fuimos seleccionados para crear esta Fundación y el Programa CIRIC.

 

-¿Cómo será la operación del centro?

-La colaboración se realizará a través de tres diferentes medios. Primero están los investigadores franceses que vendrán a Chile (ya están), segundo la cooperación con las universidades chilenas, seis que son co-propietarios del centro y las otras tres co-ejecutoras. En esta colaboración también los investigadores chilenos viajarán a Francia, así como estudiantes de ambos países que viajarán a perfeccionarse para desarrollar su formación de doctorado.

Y lo tercero y lo más importante es el equipo que se creará en el centro: cerca de 40 ingenieros repartidos en Santiago y Valparaíso, para desarrollar software y tecnología para transferir a la industria (grande o pequeña) y para la creación y formación de Start-ups.

Lo mas importante de todo esto es que el programa, que va desde la investigación y nivel académico hasta la transferencia en la industria, busca generar cooperación con la industria local para que los desarrollos estén muy centrados con el interés de la industria local y no sólo en el conocimiento.

 

-¿Está hablando de desarrollar soluciones de procesamiento de Big Data?

-Exactamente, usted lo dijo muy claro. El procesamiento de Big Data es una de las prioridades del centro y que puede ser proveniente de la astronomía, energía, recursos naturales; por ejemplo, cuantificar recursos naturales como el pescado y poder decidir cuanto y donde pescar para cuidar el medio ambiente y la pesca, todo esto se puede hacer con análisis de imágenes, sensores, etcétera. El Big Data es una de las principales prioridades del centro.

 

-¿Chile tiene la infraestructura para esto?

-Chile tiene una buena infrestructura de telecomunicaciones, internet funciona bien, así como también la comunicación por teléfonos celulares. Hay que desarrollar servicios sobre esta infraestructura, servicios que esten al servicio de la gente (donde hay muchas posibilidades). Por ejemplo, para la salud de las personas, el transporte, la energía, todos los servicios de la sociedad.

 

-¿Según INRIA qué sectores pueden verse más beneficiados?

-Chile tiene muchas posibilidades. Una de ellas es desarrollar software muy estratégico para el país, por ejemplo para la minería. El país es uno de los grandes exportadores mineros, donde el procesamiento y el tratamiento de datos es necesario para ser más eficientes en toda la cadena de producción, desde la extracción hasta el mercado.

Todo esto implica un gran sistema informático que hay que controlar. En este sentido, Chile puede convertirse en uno de los países más avanzados con el desarrollo de software para estos objetivos.

Sucede lo mismo para la industria de la energía, con su particular geografía, desierto y hielo, con energía de muchas diferentes fuentes, hidraúlica, térmica, solar, eólica. La separación entre la produccción y la transmisión y el acceso a la población, significan muchos problemas inherentes en el control de toda esta línea. Es un problema nacional y hay que arreglarlo.

 

-¿Han tenido contacto con el sector productivo?

-Con Alstom hemos sostenido reuniones, ellos tienen muchos negocios en Chile en el transporte y energía y quieren desarrollarse más en Chile. Además de contactos con empresas de energía como Colbún y Endesa, con empresas de telecomunicaciones para desarrollar internet, tenemos un acuerdo con el telescopio ALMA donde desarrollaremos una parte del software de este y contactos con empresas de Recursos Naturales.

 

-¿Cuales son las investigaciones de punta que INRIA desarrolla en la actualidad?

-Hay muchas, pero tomaré sólo una. La Internet de las cosas. Estamos en un mundo donde los objetos tendrán la posibilidad de comunicación, esto es un gran revolución desde la internet de las personas hasta la internet de las máquinas y de los objetos, lo que lleva a tener que construir una infrestructura que soporte la comunicación de estos sensores con la intenet clásica, un gran desafío para comunicar miles de millones de objetos entre sí. Hay que inventar nuevas tecnologías para la comunicación lo que es objeto de investigación y tenemos equipos trabajando en ello.

-¿Inteligencia artificial?

-Uno de los grandes objetivos de todo esto es incorporar inteligencia autónoma a los objetos, inteligencia artificial, tenemos como 10 equipos especializados en esto, creo que con las capacidades de computación y comunicación de hoy no es imposible, pero hay que trabajar mucho.

-¿Y el impacto humano de todo esto?

-También es un problema, por ejemplo, el respeto a la vida privada. Hay que poner en las tecnologías herramientas para garantizar este aspecto, en un mundo donde cada objeto podrá transmitir informaciones de la vida privada. Esto puede ser un gran problema.

Nosotros hacemos tecnologías a favor de la sociedad no contra la sociedad. Por esto la orientación de la investigación debe estar ligada también a las ciencias humanas y sociales.

Foto: INRIA

Autores

Pablo Albarracín