En AETecno conversamos con Agustín Guilisasti e Ignacio Gutierrez, representantes chilenos de esta app de taxis, que busca terminar con su imagen de servicio de lujo y re encantar al público local con precios cada vez más bajos.
La lucha de los taxis no sólo se ha vivido este año entre Uber y los diferentes gremios de conductores de cada país, sino que también con otras aplicaciones similares. Uno de los contendores más fuertes dentro de las aplicaciones para pedir vehículos es Cabify, una compañía española presente actualmente dentro de nuestra región en México, Perú, Colombia y Chile y que quiere captar cada vez más usuarios latinos.
Para conocer un poco más sobre esta compañía, en AETecno conversamos con Agustín Guilisasti e Ignacio Gutierrez, representantes chilenos de Cabify en Chile, especialmente sobre sus planes para terminar con su estigma de servicio de lujo y reencantar al público local con precios cada vez más bajos.
¿Por qué decidieron hacer esta baja de precios? Antes tenía un foco hacia usuarios más premium.
Agustín: Cabify desde sus comienzos ha sido percibido hasta ahora como un servicio premium. No obstante, lo que quisimos hacer nosotros al bajar los precios fue demostrarle a la gente que el servicio realmente no es caro. Tenemos diferentes categorías, está el sector de lujo que es 20% más caro que un taxi en la calle y tenemos una categoría lite, que la gente todavía cree que es de alto costo sin embargo no es caro. En realidad es una de las alternativas más baratas que existen para moverse por Santiago.
Ignacio: Inicialmente partimos exclusivamente con la categoría de lujo, y recién con los años incorporamos el otro modelo. Eso hizo que quedara una especie de estigma en la cabeza de las personas, pero ahora se han dado cuenta que los precios no son tan altos como pensaban.
¿Y este cambio no responde también a la competencia, especialmente a las alternativa de bajo costo que entregan?
Ignacio: Si bien existen más aplicaciones, y pueden funcionar de una manera similar, nosotros tenemos un valor agregado que nos diferencia. Por ejemplo, nosotros somos la única aplicación que se puede pagar en moneda local las demás funcionan a través de dólares. Otra de las grandes diferencias es que con nosotros tú puedes agendar el servicio. También contamos con una central de servicio al cliente que funciona 24/7. Estamos enfocados completamente a entregar un buen servicio y una buena experiencia de usuario. No queremos que la gente solamente tome los taxis, sino que se sientan cómodos para ello tenemos un programa de fidelización para acumular kilómetros Lanpass con los viajes, por ejemplo.
Este tipo de cosas, con otras alianzas, nos diferencia un poco de lo que existe actualmente. Si bien el transporte es un tipo de comodity, nosotros estamos agregando algo extra a un precio igual o absolutamente más barato.
¿Qué pasa con los conflictos legales que han tenido en diferentes países? ¿Cómo han evitado estos problemas en Chile?
Ignacio: Nosotros hemos hablado con las autoridades para regularizar este servicio y para que sea completamente legal, en eso nos hemos enfocados. En algún momento puede que surjan confrontaciones, pero si se hace bien y con calma se puede llevar de una manera controlada.
Agustín: Este servicio plantea una nueva manera de moverse y acá, un poco lo que se conversa, es que hay que regular pero tampoco hay que detener la innovación. Acá como en muchos países lo que estamos haciendo es dar un beneficio a los usuarios, en el sentido que es más práctico, más seguro, y por otro lado, también es beneficioso para los conductores ya que no manejan efectivo. Es una plataforma lo único que hace es entregar beneficios para ambos lados. Por eso es difícil estar en contra.
Estos servicios responden también a un cambio de paradigma de negocio general que se está viviendo.
Ignacio: El modelo de negocios y un poco a lo que apunta Cabify es tener todo a través del cliente. ¿Qué sentido tiene salir a la calle y levantar una mano si con apretar un botón busco al conductor más cercano? El teléfono funciona como un intermediario de esto. Nosotros no inventamos aquí la pólvora, lo que usamos fue tomar la tecnología para unir dos puntas que quizás antes no tenían acceso o no podían llegar a un acuerdo porque no se conocían.
Al principio, cuando partimos, tuvimos como problema que la gente temía poner la tarjeta de crédito dentro de la aplicación. Ahora nos hemos dado cuenta, a medida que pasa el tiempo, este temor se ha ido borrando y la gente cada día compra más por internet. Usa el teléfono, usa la tarjeta de crédito para hacer compras o para usar todo tipo de aplicaciones.
¿Han pensado ampliar su negocio, por ejemplo, a la entrega de productos a domicilio?
Agustín: Hoy en día tenemos dos tipos de clientes, particulares y en empresas, y con ellos nos hemos dado cuenta de los diferentes tipos de necesidades que tiene cada uno. Estamos viendo esta posibilidad de ampliar nuestros servicios, y luego vendrán nuevas sorpresas y categorías para poder suplir esta necesidad que los clientes ya nos han estado pidiendo.
Ignacio: Con este sistema fue que nació la categoría lite y a medida que veamos que va surgiendo un interés que se pueda sustentar en el negocio, estamos abiertos a probar nuevas cosas. La idea en el fondo es que tú tengas un auto más cerca con el que puedas hacer lo que quieras. Si tienes un auto a 2 km, por ejemplo, que pueda ir, pasar a buscar algo y llevártelo. Se pueden hacer muchas cosas.
Lo importante es tener una buena base. Nosotros estamos muy preocupados por nuestros conductores, tenemos una selección y una capacitación extensa, y al final de cada carrera, las personas pueden calificar su viaje y visceversa, para tener una idea de cómo funciona el servicio. En caso de que exista una mala calificación, se capacita nuevamente al conductor y vamos qué falló. Analizamos cada caso con el cuidado necesario. Nos guiamos por lo que dice el cliente.
¿Cómo ven la evolución de Cabify en Chile?
Agustín: La evolución ha sido muy potente. Cuando entramos nos tocó ir a buscar a los primeros conductores y ofrecerles este sistema. Muchos no entendían la tecnología, en ese minuto y no estaban abiertos a cambiar su manera de trabajar. Pero eso fue cambiando, y hoy esa misma gente que estaba un poco reacia al principio vienen a la oficina y se inscriben en el sistema. De cierta manera, la mentalidad de los mismos conductores ha ido evolucionando. Antes se negaban a trabajar con este sistema y hoy están avanzando a lo que viene. Esta industria va a funcionar así eventualmente. La gente valora mucho pedir un auto con una aplicación, ver dónde viene, cancelar el viaje en caso de que lo necesiten.
¿Qué planes tienen a corto plazo?
Agustín: Lo que estamos haciendo ahora con la baja de precios es aumentar la flota, así que estamos buscando más conductores porque hemos tenido un fuerte aumento de demanda, de hasta 75%. Además estamos haciendo alianza con diferentes marcas, restaurantes, malls, para entregar un valor extra a los usuarios.
Ignacio: También queremos llegar a nuevas ciudades de Chile, como Concepción, Viña, entre otras para 2016. En tanto, para el verano vamos a estar en el Litoral Central (Maitencillo, Cachagua, Papudo, por ejemplo) para entregar nuestros servicios a quienes estén de vacaciones.
*Cabify también está disponible en Ciudad de México, Monterrey, Querétaro, Lima y Bogotá.