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Catástrofe, pánico y muerte: la importancia de los sistemas de alerta temprana
Lunes, Agosto 27, 2012 - 17:51

Miles de vidas se han perdido en siniestros recientes porque no se entregó la información necesaria a tiempo, y porque no se contaban con infraestructuras ni políticas que sustentaran un sistema de alertas tempranas. La tecnología móvil es crucial en estos momentos, así como el papel de las operadoras.

El 26 de diciembre del 2004 un terremoto de magnitud 9.1 Richter y posterior maremoto azotó Indonesia dejando un triste saldo de más de 230.000 muertes, muchas de las cuales se produjeron debido a la falta de sistemas efectivos de alertas tempranas que avisaran a la población el inminente peligro que estaba por azotarlos. Muchas lecciones se han sacado desde aquella y otras tragedias similares.

Gobiernos, investigadores, académicos y compañías de telecomunicaciones y de tecnología han comprendido que un buen uso de las herramientas disponibles, tales como la telefonía móvil, la banda ancha, la comunicación satelital, radio, TV, entre otras, pueden significar la vida o muerte de grandes números de personas. Por ello, cada vez que una gran catástrofe o un evento importante como el sismo que azotó a El Salvador el domingo, comienzan a surgir múltiples iniciativas para alertar a la población lo antes posible de la ocurrencia de una catástrofe.

Con el fin de alinear y generar un patrón único de respuesta ante estas catástrofes la GSMA a través de su Disaster Response Program busca convertir a la comunicación móvil en el factor clave como elemento de anticipación e información ante terremotos, maremotos, inundaciones, incendios, u otras catástrofes o emergencias, así como al desarrollo de políticas que acerquen los servicios móviles a zonas rurales, alejadas o de acceso complejo.

El papel de las alertas tempranas en estas situaciones, comunicadas a través de la telefonía celular (especialmente), es una de las principales aristas de estas soluciones de utilidad pública, recalca la ejecutiva de la GSMA a cargo de este programa, Kyla Reid.

Distant Early Warning System-DEWS

Este programa de alertas tempranas opera desde octubre del 2011 en toda la zona de Indonesia, la misma que fue devastada el 2004. Desarrollada por la compañía Atos y el Centro Alemán de Investigación en Ciencias Geológicas –GFZ, entre otras empresas, universidades e instituciones de Europa y Asia, tiene por objetivo principal la alerta temprana de tsunamis en toda la cuenca del Océano Indico, a través de sismómetros de banda ancha, GPS terrestre y en el mar, tecnología de medición de presión del fondo marino.

Una vez recolectados estos datos, son enviados vía satélite a Jakarta, al Badan Meteorologi, Klimatologi dan Geofisika (BMKG), la agencia gubernamental indonesa para la meteorología, el clima y la geofísica, para ser procesados.

Luego, sólo en 4 minutos, la alerta es enviada a la población a través de e-mail, SMS, fax, anuncios en la TV, radio, RSS, entre otros canales. Los otros sistemas demoran entre 11 a 12 minutos en dar la alerta.

“El sistema no predice, ningún sistema lo va a poder hacer, lo que sí hace es detectarlo y enviar las alertas en tiempo record y acelerar el procesamiento para que la gente pueda a llegar a un lugar seguro”, dice Ariel Buschel , Account Executive de Atos .“Para luego enviar la información a las autoridades responsables y a la población en riesgo, la idea es no generar caos y alertar a gente que no se verá afectada. Se les avisa sólo a las personas que sí pueden verse afectadas”.

DEWS está pensado no sólo para tsunamis y terremotos, sino que para toda tragedia en que el tiempo de respuesta hacia la población sea clave. Además, la idea es desarrollar DEWS' en otras zonas del mundo, para que toda la información esté interconectada, pudiendo hacer simulaciones y pronósticos más certeros.

La responsabilidad de los operadores móviles

Minutos después del terremoto 8.8 richter de Chile el 2010 nadie podía comunicarse con sus teléfonos celulares. La red móvil del país colapsó por la saturación de llamadas, la pérdida o destrucción de infraestructura o daños en software y/o data centers. La respuesta, una mezcla de todas, pero con único resultado: cero posibilidad de comunicación móvil, lo que duró por varias horas y en algunas localidades incluso días. De haber existido DEWS la alerta habría llegado a la población.

Vislumbrando la necesidad de que las operadoras cuenten con planes y regulaciones para asegurar la existencia de la comunicación móvil de la población en caso de catástrofes, la GSMA a través del Disaster Response Program, ha elaborado el informe Dealing with Disasters: Technical Challenges for Mobile Operator, donde detalla una serie de medidas técnicas que deben asegurar las operadoras, para que puedan ofrecer la continuidad del servicio. La importancia de esto radica en que hoy en día es el teléfono móvil la mejor herramienta que tienen los gobiernos para entregar información crítica, cuando los otros canales han fallado.

Los puntos más destacados del documento son la necesidad de tener una red resiliente, planes de contingencia ante desastres que aseguren la comunicación móvil, y evitar la saturación de las redes. Puntos importantísimos, pero que poco o nada se fiscalizan.

The Quake-Catcher Network: monitoreando terremotos con el Nintendo Wii!

Por otro lado está el QCN, una iniciativa de Standford University y la UC Riverside que consiste en el monitoreo de terremotos por parte de individuos comunes en sus casas, a través de una plataforma de software distribuido, que por medio de acelerómetros en los PC o dispositivos móviles, recaba información para el monitoreo, alertas y conocimientos de los terremotos.

Lo interesante de este proyecto es que puede ser usado a través de dispositivos móviles como notebooks, smartphones, consolas de video juego, GPS y otros dispositivos electrónicos. Y la otra alternativa, es a través de los puertos USB de los PC estacionarios.

Los sistemas de alertas tempranas, como hemos visto, son cruciales para la sociedad mega conectada de hoy. Sin embargo, debemos estar atentos del estado de las redes móviles de nuestras ciudades y pedirles a las operadoras que tengan planes para hacer frente a estos eventos y a los gobiernos que adopten algunas de estas alternativas a la brevedad, que pueden salvar miles de vidas en tan solo minutos de ‘buena señal’.

Autores

Pablo Albarracín