John Chambers reclamó al presidente de EE.UU. "estándares de conducta" para frenar la cibervigilancia gubernamental, con el fin de que los objetivos de seguridad nacional no interfieran con la posición de liderazgo que Estados Unidos mantiene en el mercado global de tecnología.
El CEO de la compañía de infraestructura informática estadounidense Cisco System, John Chambers, reclamó nuevos "estándares de conducta" en la vigilancia masiva en Internet en una carta enviada al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, después de conocerse que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) interceptó envíos de la compañía para hackear sus routers.
"Simplemente no podemos operar de esta manera, nuestros clientes confían en que nosotros seamos capaces de enviar los productos a sus casas dentro de los más altos estándares de integridad y seguridad", sostuvo Chambers en la carta, fechada el 15 de mayo pero que se dio a conocer este domingo.
En la misiva, el ejecutivo de Cisco reclamó a Obama "estándares de conducta" para frenar a la vigilancia gubernamental, con el fin de que los objetivos de seguridad nacional no interfieran con la posición de liderazgo que Estados Unidos mantiene en el mercado global de tecnología, según informó el diario estadounidese Financial Times.
"Si las acusaciones son verdaderas, estas acciones debilitarán la confianza en nuestra industria y en la capacidad de las compañías tecnológicas en enviar productos de forma global", señaló Chambers.
Un día antes de que el CEO de Cisco enviara la carta, comenzaron a circular en medios de prensa especializados en tecnología fotos en la que se ve a supuestos agentes de la NSA abriendo cajas con productos de la empresa para implantar herramientas de rastreo en los routers.Cisco Chambers to POTUS 2014_05_15.pdf
(Carta de John Chambers a Barak Obama)
Las imágenes dieron crédito a las denuncias del periodista Glenn Greenwald, quien advirtió que la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense interceptaba envíos al exterior de de routers, servidores y otros dispositivos de computación, les instalaba "puertas traseras" (para facilitar el rastreo de información), los volvía a empaquetar con el sello de fábrica y los reenviaba a los clientes.
Greenwald, quien entró en contacto con el ex técnico de inteligencia Edward Snowden y reveló los programas de espionaje masivo en el diario inglés The Guardian, describió este procedimiento en su libro "No place to hide" ("No hay lugar para esconderse", en castellano), publicado la semana pasada.
Un documento interno de la NSA, filtrado por Snowden y citado en el libro, describe la operatoria en palabras de la propia Agencia:
"Los envíos de dispositivos de red informáticos (servidores, routers, etc.) que se envían a nuestros objetivos en todo el mundo son interceptados. Luego son redirigidos a una ubicación secreta donde empleados de la Tailored Access Operations/Access Operations (AO-S326), con el apoyo del Remote Operations Center (S321) habilitan la instalación de implantes directamente en los dispositivos electrónicos. Estos dispositivos se reempaquetan y se vuelven a poner en tránsito hacia su destino original. Todo ello ocurre con los socios de la Comunidad de Inteligencia y los gurús técnicos del TAO”.
(Agentes de la NSA de la división especial Tailored Access Operation (TAO) mientras se disponen a manipular un router de Cisco. Crédito: © Glenn Greenwald)
En su carta, Chambers le expresó a Obama su preocupación "de que el liderazgo tecnológico mundial de nuestro país se vea perjudicado". La semana anterior, el CEO de Cisco ya había señalado que clientes de países emergentes estaban "retrasando sus compras".
Por su parte, ante las sospechas de que la firma pudo haber colaborado con la NSA, el director general de Cisco, Mark Chandler, se encargó de despegar a la empresa del espionaje gubernamental.
"Cisco no trabaja con ningún gobierno, incluyendo al gobierno de los Estados Unidos, para debilitar nuestros productos", sostuvo en un posteo en el blog de la compañía.
"Ofrecemos a nuestros clientes herramientas sólidas para defender su medio ambiente contra los ataques y detectarlos cuando están sucediendo. Al hacer estas cosas, hemos construido y mantenido la confianza de nuestros clientes. Esperamos que nuestro gobierno valore y respete esa confianza", agregó.
Las críticas de Chambers a la política de espionaje estadounidense se suman a las de otros CEOs de grandes empresas tecnológicas, como las del jefe de Facebook, Mark Zuckerberg, y el de Google, Larry Page.