Este producto, que detecta las señales eléctricas de los músculos, tiene un valor 75% menor que otros equipos similares pero importados.
Seis profesionales argentinos crearon el primer brazo biónico de Latinoamérica, a un costo que reduce en un 75% el precio de un producto similar importado.
"Es un producto nacional que normalmente se importa y el primero en ser generado en Latinoamérica", explicó el bioingeniero Ricardo Rodríguez, uno de los integrantes del grupo de profesionales de Bioparx que crearon el brazo biónico.
El científico dijo que "no quisimos quedarnos en un prototipo y avanzamos en atenernos en todas las normativas de un mercado muy regulado para que sea un producto médico seguro y eficaz".
Rodríguez explicó que la empresa que crearon ya está habilitada para fabricar productos médicos y ahora se está gestionando puntualmente la habilitación de esta iniciativa que semanas atrás obtuvo un premio en la décima edición del Concurso Nacional de Innovaciones - Innovar 2014 en la categoría Tecnología para la Discapacidad.
El Estado respaldó con financiamiento las últimas fases del proyecto para realizar testeos y hacer un prototipo para los ensayos que requiere la ANMAT a la hora de registrarlo, además de otras cuestiones regulatorias.
En ese marco, Rodríguez precisó que "una prótesis de este tipo, pero importada, tiene un costo de 400.000 pesos (alrededor de US$46.000) aproximadamente, mientras que la que generamos nosotros está por debajo de los 100.000 pesos (US$11.000)".
"Ya hemos presentado todos los ensayos, y calculamos que en los próximos meses tendremos la habilitación para comercializar y exportar el producto", agregó.
Rodríguez explicó que "el proyecto surgió de recursos humanos de Entre Ríos, porque todos los que conformamos la empresa Bioparx somos entrerrianos, bioingenieros, ingenieros electrónicos y médicos que trabajamos en tres líneas de investigación".
El producto médico premiado en el certamen nacional de innovaciones es una prótesis bioeléctrica del brazo que funciona a través de la interacción con el paciente.
Detecta las señales eléctricas que tenemos en los músculos a través de sensores que se apoyan sobre la piel, por lo cual, el paciente voluntariamente puede mover la prótesis en una abertura y un cierre.