El planeta es "un mundo complejo, gigantesco y turbulento", muy diferente de lo que pensaban los científicos.
La NASA ha revelado nuevos detalles de Júpiter gracias a su misión Juno, una nave no tripulada que orbita actualmente el planeta. De acuerdo a recientes hallazgos, este astro es un "mundo complejo, gigantesco y turbulento", pero muy diferente de lo que pensaban los científicos.
Este anuncio fue publicado en las revistas científicas Science y 44 en Geophysical Research Letters, donde describen un tesoro de descubrimientos. "Sabíamos que Júpiter nos lanzaría algunas sorpresas (...) Hay tantas cosas pasando que no esperábamos tener que dar un paso atrás y repensar a este planeta como algo completamente nuevo", dijo a la agencia AFP, Scott Bolton, investigador principal de Juno del Southwest Research Institute en San Antonio, Texas.
Una de las principales sorpresas proviene de las imágenes de los polos, que según la investigación están cubiertos con decenas de tormentas densamente agrupadas, que podrían producir tanto granizo como nieve.
"Muestran masas brillantes de forma ovalada que son significativamente diferentes de lo que se ha podido observar en los polos de Saturno", detalló uno de los científicos en la revista Science. Estos óvalos corresponden a enormes tormentas, algunas de ellas de hasta 1.400 kilómetros de diámetro.
Ahora los científicos realizarán nuevos estudios sobre la naturaleza de las tormentas de Júpiter, y por qué el planeta actúa de esta manera. Además, analizarán por debajo de las nubes del planeta por primera vez, para saber más sobre su atmósfera y cuánta agua contiene.
El 11 de julio "volaremos directamente sobre uno de los rasgos más emblemáticos de todo el Sistema Solar: la Gran Mancha Roja de Júpiter", anunció Bolton. "Si alguien va a llegar al fondo de lo que está sucediendo por debajo de esas gigantescas y arremolinadas nubes carmesí, es Juno y sus penetrantes instrumentos científicos".
Se espera que esta misión no tripulada, de una inversión de US$1.100 millones, finalice en febrero de 2018, cuando se autodestruirá al bucear en la atmósfera del planeta.