Esta temática ha comenzado a resonar cada vez en más países, con proyectos reales y tecnológicos que ya están surgiendo dentro de la región.
Una ciudad a medida de cada latinoamericano. Ese es el sueño de las ciudades inteligentes dentro de la región. Un concepto que no nació en América Latina, pero que poco a poco ha comenzado a contagiarse por nuestro continente.
¿Qué pueden resolver estos tipos de proyectos? Las principales temáticas de estas iniciativas son entregar soluciones, por medio de la tecnología, a problemas que ya nos aquejan hoy en día, como es la contaminación o el alto tráfico vehicular.
"Una ciudad es inteligente cuando es capaz de reaccionar y acomodarse a los ciudadanos, y no al revés. Hasta el momento las ciudades funcionan en la lógica inversa: ‘hago esto, y las personas se acomodan a mi’. Queremos cambiar esta óptica, con una mirada ambiciosa pero de largo plazo”, comenta Hernán Orellana, Director del Centro I+D Telefónica Chile, una de las organizaciones que ha liderado el desarrollo de ciudades inteligentes en la región.
*Crédito imagen: Flickr / Jorge Gobbi
4 ciudades en una Latinoamérica “inteligente”
Probablemente la idea de "ciudades inteligentes" suena como una realidad a años luz de cada una de las ciudades de Latinoamérica. Sin embargo, de acuerdo a un estudio bajo el marco Smart Cities Wheel hay algunos ejemplos en nuestra región. El primero es Ciudad de México. Durante los últimos años, esta ciudad ha sido pionera en la región en el desarrollo de edificios inteligentes y verdes, además de contar con las tecnologías pioneras para absorber contaminación (smog) desde las construcciones.
Otro ejemplo que resuena bastante en la región es Medellín, en Colombia. Si bien esta no es la capital de este país, fue el lugar donde se inauguró el reconocido Metrocable. Un sistema aéreo, no contaminante, que funciona diariamente como espacio de transporte masivo de pasajeros. A esto se suma el proyecto Medellín Innovación, que realiza una gestión tecnológica del tráfico y transporte, por medio de un sistema de sensores en las vías, cámaras, pantallas informativas y semáforos que determinan la velocidad de los vehículos.
Esta serie de proyectos, han llevado a Medellín a recibir diferentes premios de nivel mundial como el galardón “Ciudad innovadora del año” entregado por el Wall Street Journal, Citibank y el Urban Land Institute. Además, la misma ciudad ya tiene dentro de sus planes declarados, convertirse en la capital de la innovación de América Latina para el 2021.
*Crédito imagen: Wikimedia
En tercer lugar nos encontramos con Río de Janeiro, una ciudad que vivió un importante impulso a nivel de tecnología gracias al Mundial de Fútbol de 2014 y a los Juegos Olímpicos de 2016. Un ejemplo es su centro de operaciones integradas, desarrollado con el apoyo de IBM, que permite la monitorización en tiempo real de asuntos como meteorología, seguridad, tráfico y emergencias. Dentro de este estado, además, nos encontramos con el Proyecto Ciudad Inteligente Buzios. Una iniciativa lanzada en 2012 y que llevó a automatizar todas las redes de este destino turístico en un solo sistema integral.
Finalmente, en el caso de Chile, el problema de la contaminación y la alta congestión vehicular son dos problemas que han enfocado los proyectos de ciudades inteligentes. Uno de ellos es el que actualmente está desarrollando Telefónica por medio de su centro I+D en este país.
"Esta plataforma se llama MAMUT (Modelo Analítico de Movilidad Urbana de Telefónica) y permite predecir comportamientos de la ciudad, como también preparar los servicios de transporte públicos como privados en base a esa información", comenta a AETecno el Director del Centro I+D Telefónica Chile.
¿Qué significa esto para los ciudadanos? "Por ejemplo, en el caso del Metro, ellos necesitan 20 minutos de anticipación para poder adelantarse a cualquier cambio de demanda y poder introducir trenes adicionales en líneas específicas. Por eso, si logramos predecir el cambio de la hora peak en 40 minutos, entonces podríamos ofrecer un servicio para que el usuario, cuando llegue a la estación, no se encuentre con aglomeraciones o filas gigantes", explica Orellana.
¿Qué nos falta ahora?
Si bien la innovación ha tenido como centro a América Latina durante los últimos años, todavía faltan redes de infraestructuras y servicios que permitan llevar a cabo esta reforma. Especialmente, porque las “ciudades inteligentes" contempla una integración de una avalancha de datos provenientes desde fuentes internas y externas.
"Una Smart City requiere de una infraestructura física, como carreteras y edificios, por ejemplo, y paralelamente una infraestructura lógica, es decir, debe tener una base de TI y conectividad que hará posible que esté disponible la información para que las personas, los organismos públicos y las empresas puedan tomar mejores y más rápidas decisiones”, afirma David Iacobucci, director comercial de Level 3 en Chile.
De esta manera, esta información permitirán que ante incidentes o coyunturas viales, energéticas y comunicacionales, entre otras cosas que pueden afectar el normal funcionamiento de la ciudad, las organizaciones puedan ejecutar soluciones inmediatas.
"Tales datos también deberán procesarse a través de aplicaciones analíticas avanzadas para predecir y descubrir tendencias, en una minería de datos que, eso sí, deberá ser mucho más veloz respecto de las herramientas tradicionales de este tipo (...) El dato, como nunca, será la moneda de oro en las ciudades inteligentes", señala Mauricio León, Director Comercial Hitachi Data Systems Chile. Una de las tantas empresas que entregarán soporte a esta problemática.
Sin embargo, a pesar de los problemas, el objetivo se mantiene como uno solo según el director del Centro I+D de Telefónica en Chile. "Al final se busca que independientemente del tamaño de la ciudad, ésta sea amistosa con los habitantes y pueda ofrecerles servicios públicos que sean útiles para ellos. Todas las ciudades grandes de Latinoamérica están viviendo el mismo fenómeno".