Evan Hensawh vive desde el año 2007 en Uruguay donde fundó y estableció la empresa Cubox, desarrolladora de aplicaciones y soluciones en “Ruby on Rails”, un lenguaje libre de programación de software.

Montevideo. Evan Hensawh, co-creador de Twitter, vive desde el año 2007 en Uruguay donde fundó y estableció la empresa Cubox, desarrolladora de aplicaciones y soluciones en “Ruby on Rails”, un lenguaje libre de programación de software.

Nuestro medio asociado El Observador de Uruguay conversó con Henshaw vía Skype donde se refiere al éxito de Twitter, su empresa Cubox, las startup y el potencial de Uruguay como polo de desarrollo de empresas tecnológicas.

¿Qué hizo que Twitter se volviera exitoso e incluso adictivo?

Removió todas las barreras, presentó una manera muy simple de mandar mensajes. Uno usaba Twitter para enviar mensajes que no eran lo suficientemente interesantes para contarles a los amigos, los pequeños detalles de la vida. Esa era la idea originalmente. Hicimos focus groups donde nos reunimos con chicas adolescentes y observamos cómo usaban sus celulares, cómo se comunicaban entre ellas. Intentamos mejorar esa comunicación, hacerla más fácil, rápida y sencilla.

Es un negocio rentable y juega un rol importante en la vida de las personas. Es la manera en que la gente se entera y comparte noticias, no solo políticas sino sobre lo que están haciendo sus amigos o famosos como Diego Forlán. Es la manera más rápida en que las ideas se transmiten por la sociedad. Es el canal más simple para el rumor. Eso tiene un valor muy importante.

¿Qué posibilidades le ve a Uruguay en el plano de desarrollo de empresas tecnológicas?

Creo que hay cosas de Uruguay que son realmente destacables. Es un país que funciona en gran parte, aunque la gente se queja mucho. La calidad de capital humano es muy alta. Los proyectos de Plan Ceibal y la penetración de Internet funciona bastante bien aunque todo el mundo se queja sobre el ancho de banda.

En cuanto a la tecnología y el mundo de las start-ups, Montevideo no existe separada de Buenos Aires. Hay un fuerte ecosistema start-up rioplatense. Chile tiene apoyo gubernamental para sus emprendimientos, pero el Río de la Plata tiene un ecosistema de nuevas empresas, de tecnología y comunidad. Más allá de eso, Uruguay posee la ventaja de un ambiente de negocios estable, que lo convierte en un  lugar más atractivo para las empresas de base que Argentina.

¿Qué hace su compañía Cubox radicada en Uruguay?

Ayudar a los clientes a desarrollar aplicaciones. Armamos un grupo de diferentes desarrolladores en Uruguay y trabajamos con muchas start-ups que se manejan con metodología lean- start up. La calidad de start-ups en Uruguay es buena y trato de ayudar en eso creando puentes entre empresas uruguayas y Sillicon Valley. Enseñamos a las personas cómo comunicarse con clientes y conectamos a desarrolladores de software uruguayos con clientes estadounidenses.

¿Cuál es el modelo de las lean start-ups?

Son las empresas que trabajan en encontrar un nexo entre un nuevo producto y un mercado. En lugar de construir un producto basado en una idea y tratar de venderlo, la empresa desarrolla a sus clientes y aprende de sus necesidades.

Usted se presenta como un “geek anárquico”, ¿Cuál es la unión entre al activismo y la tecnología?

El activismo trata de cambiar cómo funcionan las cosas en la sociedad. Siempre hubo gente que quiso cambiar la sociedad, personas que buscaron utilizar la tecnología para hacerlo, desde la imprenta hasta Internet.

Veo la tecnología como la manera en que la gente puede hacer del mundo un lugar mejor.

No se tiene idea cuanto está cambiando Uruguay, y cuánto cambiará cuando esta generación de niños crezca y cada uno haya utilizado una computadora e Internet desde los seis años. Eso va a modificar a la sociedad uruguaya enormemente y es muy emocionante.

¿Cree que hay cualidades esenciales para alcanzar el éxito?

Definitivamente. Hay que estar dispuesto a trabajar duro porque es mucho trabajo.

Hay que saber lidiar con el fracaso. Cualquier compañía exitosa proviene de personas que fallaron una y otra vez, por lo que hay que ser persistente