La inversión privada podría llegar a US$200 millones.
El Parque Tecnológico Manantiales es, según sus precursores, el proyecto más ambicioso a nivel nacional para la reunión de centros de innovación empresarial. Está ubicado en una reserva forestal aledaña al aeropuerto José María Córdoba de Medellín, desde donde se impulsará la investigación y el desarrollo tecnológico de compañías como Kimberly Clark y EPM a partir del segundo semestre de 2013, cuando las primeras fases de construcción y adecuación de la infraestructura estén terminadas.
“El conocimiento es un elemento básico de la transformación económica del país. Desde este lugar se generarán alrededor de 35 mil empleos, y el talento humano colombiano será fundamental”, expresó Mauricio Tobón, gerente del parque. En este proyecto el Instituto para el Desarrollo de Antioquia (IDEA) ha invertido 25 mil millones de pesos y hay 50 mil millones proyectados para los próximos años. Además, “calculamos que podemos llegar a US$200 millones en inversión privada, porque las empresas deben adecuar sus instalaciones, nosotros aportamos la infraestructura básica”, explicó Tobón.
Las 35 hectáreas de ecosistema del complejo tecnológico albergarán universidades, instituciones públicas como el Sena y centros industriales que con intermediación de la administración del parque trabajarán conjuntamente para innovar con proyectos aplicables. “Todos los desarrollos deben aportar al mejoramiento de la industria y a la solución de necesidades del mercado, para no encerrarse en las aulas de universidades”, dijo el gerente del proyecto, y agregó que “estamos en la capacidad de recibir 200 empresas. Para esto tendremos 60 edificios”.
Las organizaciones que quieren hacer parte del conjunto Manantiales deben presentar sus proyectos al IDEA, que sin importar la nacionalidad de la empresa, establece filtros para aceptarlas, entre ellos, la evaluación de la inversión, innovación y creación de empleo, y la vinculación a los siguientes sectores: nanotecnología, sistemas de información, telecomunicaciones, telemedicina y nuevos materiales. “Queremos demostrar que en Colombia no solo somos minería y petróleo, sino que hay potencial para hacer grandes cosas en temas tecnológicos”, contó Tobón.
El parque aporta el territorio, las licencias y el acompañamiento en temas de legislación, y las organizaciones deben cumplir con una inversión mínima de US$10 millones. Este proyecto trabaja con instituciones aliadas como Creame, una incubadora de negocios que abrirá un espacio para pequeñas empresas que puedan convertirse en casos de éxito. Tobón destacó el interés de la reserva tecnológica por el tema de la sostenibilidad. “La arquitectura nuestra tiene en cuenta los recursos naturales, planeamos que el sistema de transporte interno sea eléctrico y que podamos reutilizar el agua”.
Además, mencionó la importancia de la pluralidad cultural para las empresas vinculadas al sistema del parque, diciendo que “la idiosincrasia colombiana es vista por las organizaciones internacionales como un punto fuerte para innovar. Este es un país multicultural, con diferentes razas y modos de consumo, lo que permite identificar nuevas necesidades y oportunidades para el desarrollo”, finalizó.