El funcionario, José Miguel de la Calle, explica por qué su entidad le impuso una multa de más de US$157.913 (COP$283 millones) a Claro.
Por las reiteradas quejas de usuarios reportando la venta de teléfonos celulares sin bandas abiertas, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) sancionó ayer a Claro (antes Comcel) y le ordenó pagar una multa superior a los US$157.913 (COP$283 millones) por infringir el artículo 105 del Régimen Integral de Protección de los Derechos de los Usuarios de Servicios de Comunicaciones, que obliga a todos los operadores móviles a vender sus equipos habilitados para que los usuarios puedan utilizar la red de un competidor.
No es la primera vez que la compañía es sancionada por infringir esta norma y, de hecho, la entidad adelanta otras investigaciones en su contra. En entrevista con El Espectador, el superintendente José Miguel de la Calle explicó los alcances de esta decisión y la importancia que el sector de la telefonía móvil ha adquirido para la entidad.
- ¿Cómo se produce esta decisión?
Es el resultado de una investigación a partir de los procesos iniciados desde hace varios meses por reclamos de 11 personas que se quejaron por adquirir teléfonos sin bandas abiertas y no permitir la portabilidad. Esos procesos se abrieron en abril y se acumularon en un solo expediente, que conllevó a esta decisión.
- ¿Por qué impuso el pago de una multa?
Porque, en este caso, estamos ejerciendo únicamente funciones administrativas. La cuantía es de US$157.913, pero Claro (antes Comcel) reportó el año pasado ventas superiores a $10 billones.
- ¿No es un valor muy bajo?
Las sanciones, con fundamento en el nuevo Estatuto de Protección al Consumidor, pueden llegar hasta 2.000 salarios mínimos. La historia reciente de esta Superintendencia indica que las sanciones no eran mayores a COP$15 millones (US$8.369.93), pero nosotros hemos aumentado ese valor porque creemos que hay casos graves y delicados de afectación de los derechos del consumidor. Además, queremos ser muy estrictos en la reincidencia: esta compañía había sido investigada y sancionada en otras cinco ocasiones por hechos de la misma naturaleza.
En todo caso, las sanciones podrán seguir subiendo en un futuro si continúa la reincidencia, pero creemos que hoy son de un valor muy importante y totalmente diferentes a lo que eran en el pasado. El futuro dirá si se hace necesario ser más severos en esta materia.
- ¿Cuál es el siguiente paso en este proceso?
Los directivos de Claro están notificados y pueden presentar recursos, por supuesto, con todas las garantías del debido proceso. El resultado sólo podrá ser una de tres cosas: que se ratifica la decisión, se modifica o se echa para abajo; por ahora tenemos una decisión que, si no se presenta recurso, deberá adoptarse de inmediato.
- ¿Se han abierto investigaciones contra otros operadores por esta misma falta?
Hay varios trámites en curso. Hemos abierto una investigación a Telefónica por un número menor de quejas. Es un proceso que tiene que ver con conductas semejantes a ésta, donde se arguye que a ciertas personas se les ha impedido la apertura de bandas en sus celulares o se les ha entregado teléfonos con bandas cerradas. Por otro lado, en el área jurisdiccional, donde la Superintendencia actúa como juez, hay dos procesos entre Telefónica y Claro donde se reprochan mutuamente haber impedido la portabilidad hacia sus redes. Son procesos que deben resolverse en un plazo máximo de dos meses.
Además, Claro, que ha sido declarado como actor dominante del mercado, está siendo investigado por el abuso de esa posición en relación a asuntos de portabilidad. Es una investigación abierta por presuntas prácticas que estarían afectando a proveedores de la larga distancia internacional al discriminar o impedir el acceso de competidores potenciales a su red.
- En los últimos años, era común que las quejas de los usuarios de telefonía móvil se perdieran en medio de múltiples trámites; hoy vemos acciones concretas contra los operadores. ¿Hubo un cambio en la vigilancia y control del sector?
Lo hay. Le hemos dado una altísima prioridad al sector de telecomunicaciones porque el país cuenta con más de 51 millones de teléfonos celulares en este momento, es una actividad que incide significativamente en todos los segmentos y estratos del mercado y es un servicio de altísima importancia para los colombianos, pero creemos que la atención al usuario no es buena. Sigue faltando mucho, no sólo en la calidad de las llamadas sino en la atención a los requerimientos de los abonados.
Estas investigaciones vienen acompañadas de una estrategia integral de reforma de todo el sistema de atención al usuario, el mismo que fue objeto de una circular expedida recientemente en la que promovemos cambios drásticos en el manejo de call centers, de la recepción de reclamos y otras medidas.
- ¿Aún persisten dudas por parte de la SIC hacia el proceso de integración de Comcel y Telmex que dio nacimiento a la marca Claro?
Si bien es una operación que se ha presentado en el mercado como una integración marcaria, como la unión de dos operadores, nosotros queremos asegurarnos de cuáles son los efectos que tendrá sobre el mercado, si impactará en el manejo de las redes o en la atención al cliente o en asuntos que puedan cambiar la balanza del mercado y la posición de otros jugadores en él.
Esa mirada preliminar no está basada en que debían informarle de sus planes a esta entidad porque son compañías que pertenecen al mismo dueño y consideramos que no era necesario, sino que estamos analizando sus efectos en el mercado. Por ahora no tenemos ninguna conclusión al respecto.
La defensa de Claro
El operador móvil emitió un comunicado de prensa con el que reiteró el cumplimiento de las normas expedidas y aseguró que siempre ha cumplido con la obligación de entregar teléfonos con las bandas abiertas. “Sin embargo, los equipos del inventario existente para la fecha de entrada en vigencia de la resolución (el primero de octubre de 2011) tenían las bandas cerradas”, consigna.
La empresa reiteró que importa legalmente el 80% de los teléfonos que entran al país y aseguró que pondrá a disposición de las autoridades “toda la información necesaria con el fin de demostrar que cumplimos y acatamos la normatividad y la regulación existente”.