Nathan Blecharczyk ideó el servicio de alojamiento mientras alquilaba colchones y ofrecía desayunos en su casa.
Comenzó alquilando colchones inflables y ofreciendo desayunos en el espacio libre de su apartamento, hasta que se convirtió en uno de los millonarios más jóvenes del mundo. ¿Cómo lo logró? Con su exitoso sistema de hospedaje online, Airbnb, presente en 192 países y 34 mil ciudades.
Es curioso que la empresa haya comenzado, literalmente, en el living del apartamento que compartía con dos amigos, cuando decidieron juntar dinero para asistir a una conferencia de diseño. Nathan Blecharczyk estudiaba licenciatura en informática en la Universidad de Harvard y quería hacerse un hueco en el mundo de Silicon Valley. Ya sabía cuál era el camino para lograrlo. "Al principio no dormía; los primeros meses de Airbnb fueron una locura", recuerda. Es que durante el primer año y medio fue el único programador del sistema y además quien llevaba adelante la infraestructura.
Los aspirantes a emprendedores lo ven como un referente. Cuando Airbnb se estaba quedando sin fondos en 2008, sus fundadores compraron mil cajas de cereales, diseñaron sus envoltorios con unos logotipos de los candidatos a presidente de Estados Unidos y los vendieron todos. Las pocas unidades que quedan son piezas de colección, un símbolo del ingenio en tiempos de escasez.
Hoy Blecharczyk se dedica a mejorar la experiencia de Airbnb, busca nuevas fórmulas para que los huéspedes y los anfitriones se sientan más cómodos y, además, se hace un tiempo para cuidar a su bebé en la oficina. Tiene 30 años y una fortuna que ronda los US$ 1.900 millones.
*Crédito imagen: Techcrunch