La semana pasada la Administración Food and Drug (FDA) de Estados Unidos aprobó la comercialización de ReWalk Robotics, el primer exoesqueleto personal.

Alexis Gómez para Mediatelecom Agencia Informativa. Uno de los temas tecnológicos que siempre ha generado mucho interés en la sociedad son los exoesqueletos. Este interés, nace de saber lo vulnerable que es nuestro cuerpo. Ya sea por nacimiento, un accidente, enfermedad o simplemente vejez, todos podemos necesitar una ayuda extra, una tecnología que nos sostenga y nos permita recuperar lo que nos hace libres, caminar.

Después de un largo camino en investigación y prueba-error, la semana pasada la Administración Food and Drug (FDA) de Estados Unidos aprobó la comercialización de ReWalk Robotics, el primer exoesqueleto personal.

“ReWalk recorrió un largo camino para ayudar a las personas con lesiones de médula espinal a ganar movilidad," aseguró Christy Foreman, director de la Oficina de Evaluación de Dispositivos de la FDA en un comunicado.

Las piernas robóticas de ReWalk, pueden soportar su propio peso, alrededor de 20 kilos, mientras que el respaldo de la espalda, donde se encuentra el sistema computacional y la batería, 2 kilos. Lo cual le permite al usuario caminar sin parecer un cyborg descomunal.

La computadora de ReWalk trabaja con Windows, lo que le proporciona señales de control al exoesqueleto. Las señales son transmitidas por un dispositivo en la muñeca con botones, que le permite al usuario escoger tres modos: estar de pie, sentado y caminando. Su batería está diseñada para soportar un día entero caminando con intermitencias, y de tres a cuatros horas con una caminata ininterrumpida.

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Sin embargo, y como seguramente ustedes ya lo están pensando, lo más difícil de tener tu propio ReWalk es el precio, como toda tecnología nueva su precio es muy elevado, tiene un costo US$69.500.

Aunque Larry Jasinski, director general de ReWalk, le aseguró a Mashable que la compañía está "trabajando con las aseguradoras y otros proveedores de cobertura de atención de salud en EU para garantizar que cualquier persona pueda tener la capacidad de adquirir uno.”

Aparte del precio, otra restricción es la altura, las personas que pueden utilizarlo deben medir entre 1.50 a 1.80 metros y pesar por debajo de los 100 kilos. Además, antes de comenzar a utilizarlo los usuarios tiene que someterse a 15 sesiones de entrenamiento, para asegurarse de poder controlarlo. 

El creador de ReWalk fue el doctor israelí Amit Goffer, desarrolló el dispositivo después de quedar tetrapléjico en un accidente.

La aprobación de ReWalk, más que el nacimiento de otra tecnología, debe considerarse un hito en el desarrollo de dispositivos robóticos personales, es el inicio de tener tecnología que no solo hagan nuestra vida más cómoda, sino de utilizarla para devolver calidad de vida a personas que antes nunca lo hubieran imaginado.