recientemente por los cambios en su política de privacidad, los esfuerzos de la compañía por hacer mapas y fotos de la calle en toda Asia han tropezado con obstáculos culturales, políticos y de seguridad.
Santiago. Google presentó este viernes en Tailandia su versión local de los mapas panorámicos Street View, dentro de los esfuerzos de la compañía por mostrar a los turistas destinos turísticos recuperados de las inundaciones del año pasado.
Pero el anuncio también apunta a un cambio de fortuna de la propia Google, que ha capeado varias tormentas en Asia relacionadas con sus productos de mapas.
Google presentó sus imágenes de 360 grados de las calles de Bangkok, la isla de Phuket y la ciudad norteña de Chiang Mai. Street View permite a los usuarios observar a través de internet las imágenes de las calles como si estuvieran en ellas.
Google tiene previsto utilizar una cámara montada en un triciclo para fotografiar los lugares a los que no se puede llegar en coche, como parques y monumentos. La Autoridad tailandesa de Turismo lanzará una encuesta para elegir los sitios que fotografiar primero.
"De verdad queremos mostrar que Tailandia no sigue bajo el agua," dijo David Marx, responsable de comunicación en Google con sede en Tokio. "La gente debe ver Tailandia como es."
Pero Google no siempre ha encontrado mucho entusiasmo de las autoridades en Asia, en un reflejo de los desafíos a los que se ha enfrentado la empresa, como sus publicitados conflictos con China por privacidad o con India por la retirada de contenido ofensivo.
Aunque Google ha tenido problemas en todo el mundo, recientemente por los cambios en su política de privacidad, los esfuerzos de la compañía por hacer mapas y fotos de la calle en toda Asia han tropezado con obstáculos culturales, políticos y de seguridad.
En Japón, por ejemplo, se pidió a Google que repitiera sus fotos del valle en 12 ciudades en 2009, ante las quejas de que sus cámaras de 360 grados colocadas sobre coches que recorrían las estrechas calles japonesas, estaban tomando imágenes del interior de las viviendas.
Y en Corea del Sur, sus oficinas en Seúl fueron registradas en 2010 después de que la policía descubriera que los vehículos de Street View no sólo hacían fotos, sino que también registraban datos de redes Wi-Fi.
En India, la policía impidió a Google para tomar fotos de las calles de Bangalore en 2011. La empresa dice estar en negociaciones con el Gobierno indio "sobre formas de seguir adelante."
Marx señaló que Street View se ha lanzado sin problemas en otros puntos de Asia como Hong Kong, Macau o Singapur, y va a empezar a tomar imágenes en Malasia.
Los casos en Japón y Corea se han resuelto, indicó Marx, y Street View es ahora popular en ambos países.
Pero todavía quedan problemas. El Ministerio japonés de Interior y Comunicaciones ha advertido a la compañía de que cumpla las leyes niponas de privacidad, y ordenado la eliminación de datos recogidos de redes Wi-Fi.
En Corea del Sur, la fiscalía dijo que las investigaciones sólo se habían detenido de forma temporal después de no lograr acceso a algunos empleados de Google implicados en el asunto.
Por supuesto, los problemas de Google no están siempre relacionados con Asia. Pero sí muchos de los obstáculos de sus aplicaciones de mapas.
Aunque la compañía se arriesgó a despertar la ira china en 2010 al retirar sus operaciones de búsquedas del país tras una disputa por censura, en otros casos ha hecho equilibrios con leyes y sensibilidades locales pero evitando comprometer su posición.
El servicio Google Maps, por ejemplo, ha creado diferentes versiones para cumplir las leyes de India o China de recoger las fronteras oficiales. Aunque la maniobra no ha acallado todas las quejas.
Camboya se queja cómo aparece la frontera que se disputa con Tailandia, mientras que Vietnam protesta por cómo aparecen las aguas que reclama en el sur del mar de China. En el último caso, Google señala que el problema es que los internautas vietnamitas están consultando la versión china de Google Maps.
Por eso, el lanzamiento de Google Street View en Tailandia es una oportunidad de mostrar una colaboración bien avenida con el Gobierno de un país de la región.