El recinto, que llegará en 2020, integrará un techo solar que cubrirá todo el terminal y una planta potabilizadora que reciclará la lluvias.
Los aeropuertos del futuro se acercarán cada vez más a la ciencia ficción, y no sólo por las tecnologías que se aplicarán para trasladar pasajeros sino que también por lo “verdes” que serán los terminales. Este es el caso de México, que espera lanzar un nuevo edificio de este tipo en los próximos años y que no sólo tendrá como desafío recibir el doble de pasajeros, sino que también el ser más sustentable.
Uno de los cambios más llamativos que tendrá este terminal ubicado en Distrito Federal, será su techo solar, que cubrirá toda la edificación y que tendrá dos funciones especiales: aprovechar la energía del Sol para potenciar elementos del aeropuerto y entregar iluminación natural a toda la estructura.
En segundo lugar, el aeropuerto también contará con una planta potabilizadora, que reciclará el agua de la lluvia que caiga sobre este terminal, para el consumo de los cerca de 50 millones de viajeros que se espera reciba anualmente.
A esto se suma además, a adaptación de nuevas fuentes de agua en el aeropuerto, pensadas para que los pasajeros no deban comprar botellas para hidratarse, y generen así, una menor cantidad de residuos. Esta idea ya fue implementada previamente en otros terminales como el de Denver, donde se disminuyó el consumo de botellas de plástico a 600.000 unidades por año.
Se espera, también, que la terminal funcione a partir de ahora con una forma de "X" de unos 560.000 metros cuadrados de tamaño, que permitirá que todas sus puertas se encuentren a una distancia similar. Así se evitará crear una mega estructura, que requiera por ejemplo la necesidad de trenes internos. Un elemento que no sólo es costoso sino que además plantea un alto gasto energético.
Los arquitectos encargados de este mega proyecto son Norman Foster y Fernando Romero de Foster + Partners, quienes debieron responder a dos de las mayores necesidades planteadas por el país para esta estructura: crear un edificio único en el mundo y sumamente sustentable.
Se espera que el aeropuerto comience a construirse en tres etapas, con la primera de éstas iniciándose en 2015 y concluyendo para 2018. En tanto, en cuanto a costos, se espera que este edificio tenga un valor inicial de US$9.000 millones de dólares, aunque esta cifra podría aumentar a US$13.000 millones en un futuro.
El nuevo terminal de México se sumará a otros sumamente tecnológicos como los ubicados en Shangai (que utiliza levitación magnética para trasladar pasajeros), Londres, Denver y Chicago, convirtiéndose en el primero de la región en apostar por estas nuevas tecnologías sustentables.
New Mexico Airport / Foster + Partners, FR-EE, Netherlands Airport Consultants from ArchDaily on Vimeo.
