Anthony “Tony” Fadell, fundador de Nest Labs, ya había pasado por las oficinas de Philips Electronics y de su propia startup, Fuse, que no prosperó.
Cuando en 2010 el iPad se convirtió en el nuevo niño mimado de Apple, Anthony “Tony” Fadell supo que era tiempo de marcharse. El hasta ahora reconcido como “uno de los padres del iPod” había llegado a la empresa de la manzana en 2001 y pronto llegó a hacerse cargo del equipo que dio a luz a la primera versión del innovador reproductor de música. Pero, luego de 18 generaciones de iPod, Fadell decidió dejar Cupertino y comenzar su propio emprendimiento.
Graduado de la Universidad de Michigan, el estadounidense ya había pasado por las oficinas de Philips Electronics y de su propia startup, Fuse, que no prosperó. Pero con 20 años de experiencia en la electrónica de consumo, quiso volver a probar suerte como fundador.
Se reunió entonces con su amigo Matt Rogers (también ex Apple) y dio a luz a Nest Labs, la compañía que Google acaba de comprar por US$3.200 millones. La cifra parece ilógica si se piensa que el producto estrella de Nest es un termostato para el hogar y un detector de humo inteligentes. Pero no lo es.
La idea de Fadell es simple y ha tenido éxito: reinventar esos objetos poco queridos que no han evolucionado con el paso del tiempo y hacerlos “simples, hermosos y considerados”. Y sustentables. Google, por su parte, vio en Nest una pieza clave para avanzar en domótica. Al respecto, Fadell admitió que Nest “ha tenido un gran momento, pero esto (la compra) es un cohete” hacia su ambicioso plan: “Cambiar el mundo”.