Un nuevo complejo del Centro Nacional Médico para Niños en Washington D.C., busca eliminar el dolor crónico en sus pequeños pacientes a través de juegos y tecnología Kinect.
Ciencia, medicina y tecnología se combinan en el nuevo complejo del Centro Nacional Médico para Niños en Washington, Estados Unidos, para ofrecer a los pequeños que sufren de dolor crónico una alternativa para curar sus dolencias: videojuegos.
Basados en tecnología Kinect, estos juegos están especialmente diseñados para que los pacientes puedan jugar, pintar y ejercitar la mente mientras los médicos se encargan de analizar sus rangos de movimiento, recoge el sitio Mashable.
En concreto, el programa busca generar una base de información objetiva sobre la cual estudiar las dolencias de sus jóvenes pacientes, cuyo dolor suele ser difícil de comprender para los expertos. “Medir el dolor es el primer paso”, explica la doctora clínica Sara Rebstock, para quien la iniciativa cambia la forma en que los profesionales de la salud tratan la medicina del dolor.
Hasta el momento, los doctores suelen contar con una escala del uno al diez para usar como referencia y, si bien los pacientes que se dan de alta sienten menos dolor, igual sufren cierto malestar.
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Una terapia diferente
Además de servir como distracción, los videojuegos cumplen un rol similar al de una sesión de terapia física tradicional. Cuando el niño juega, los médicos observan y, en base a esas observaciones, son capaces de diseñar y cambiar los tratamientos necesarios para el paciente. La premisa es sencilla: la terapia debe ajustarse a las habilidades del niño.
El sistema de juego puede detectar y seguir hasta 24 puntos musculares del cuerpo. Por ejemplo, si un niño solo puede estirar sus hombros unos pocos centímetros mientras juega, el software del Kinect detectará el movimiento en grados, para luego indicar el área donde está el problema.
“Hasta ahora, ha sido imposible cuantificar el dolor y monitor el dolor crónico de los niños. Este es uno de los mayores avances en la medicina del dolor en los últimos años”, dijo Rebstock a Mashable.
Para la médica, el nuevo sistema podría ayudar a las familias a ahorrar tiempo y dinero, ya que sustituye las caras evaluaciones a los que los niños se tienen que someter antes de recibir tratamiento. Y además, con mejores resultados, ya que el programa tiene sus cimientos en la afinidad natural de los niños con la tecnología.