El auge de las actividades digitales sumado al déficit de profesionales en el país hace urgente el desarrollo de los hackers "buenos".
México debe aprovechar el talento hacker que tiene para crear soluciones a grandes problemas como la pobreza, la corrupción o la movilidad, por lo que es importante acercar a las nuevas generaciones la tecnología y el conocimiento necesario para generar un cambio, afirmó Manuel Morato, cofundador y director de la escuela Dev.f.
En su opinión, una de las muestras del talento mexicano son las competencias nacionales e internacionales.
“Los jóvenes mexicanos suelen participar en competencias como los llamados hackatones y al final se ubican en buenos lugares, cuando están motivados le echan muchas ganas”, comentó a Excélsior.
Un ejemplo es la competencia StartupBus, en la que participan México, Estados Unidos y Canadá, la cual consiste en crear una aplicación o solución durante un viaje de tres días en autobús.
El año pasado México se alzó con el segundo lugar gracias a una solución llamada Bridgefy para brindar conectividad en zonas de desastres o rurales.
A esto se añaden algunos pronósticos de la tecnológica Cisco, la cual estimó que el déficit de profesionales de tecnologías de información capacitados, que incluye a programadores, podría ser de 115 mil personas a finales de este año.
El mal uso del término
Por esto, Morato calificó como necesario el acercar más herramientas a los jóvenes y adultos mayores que están interesados en convertirse en hackers para hacer uso de su creatividad.
De hecho fue muy enfático en el hecho de que la palabra hacker no sólo hace referencia a las personas que pueden encontrar fallas en un sistema o una red, también sirve para designar a cualquier tipo de programador.
“En un sentido más burdo, la palabra sirve para referirse a quienes son muy buenos programadores y que pueden hacer prácticamente lo que quieran con una computadora”, detalló.
Ante la necesidad que hay de programadores mejor preparados y el hecho de que hay un auge en sectores como el comercio electrónico o las aplicaciones móviles, la oferta educativa se ha incrementado recientemente.
Además de las carreras de ingeniería, se han creado seminarios, cursos o talleres para enseñar a las personas interesadas cómo programar siendo el Instituto Politécnico Nacional uno de los precursores.
Además otras como como Dev.f, que comenzó operaciones hace menos de un año y pronto iniciará clases con su tercera generación de estudiantes, quienes van a aprender a crear su propia página web o prepararse para tener un mejor trabajo.
De acuerdo con Morato se ve un gran interés de parte de los mexicanos porque para la primera generación recibieron 120 solicitudes y ese número aumentó a 500 para las clases que inician el próximo 26 de enero.
Consideró que existe una necesidad por aprender a programar porque son habilidades que se requieren para crear un negocio propio, tener autonomía e independencia.
Sin olvidar la motivación que se genera al ver que empresas como Google, Facebook o Twitter que iniciaron como un proyecto han crecido de manera “impresionante’.