Para lograr los resultados que lo posicionan de buena forma frente a otros grandes servicios de este tipo, DeepL utiliza técnicas de inteligencia artificial basadas en el aprendizaje profundo.

Son muchos los que usan a diario una de las herramientas más útiles de Google: su traductor. Debido a su creciente efectividad no es frecuente buscar otras alternativas. Pero acaba de aparecer una que pone en aprietos a la popular herramienta de esta empresa estadounidense, según La Vanguardia.

Se trata de DeepL, un servicio de traducción online creado por la empresa europea del mismo nombre. Para demostrar su potencial, sus creadores han realizado una encuesta con traductores profesionales que recuerda al mítico test que pretendía demostrar que el sabor de la Pepsi Cola era mejor que el de la Coca Cola.

Se ha realizado un test a ciegas de textos traducidos con DeepL y otros traductores similares y los resultados han sido sorprendentes. En la traducción del inglés al castellano DeepL sencillamente ha arrasado y se ha puesto muy por encima de los traductores de Google, Microsoft y Facebook. En la totalidad de los idiomas testeados las traducciones de DeepL se impusieron el triple de veces a las de los otros servicios.

Pero más allá de lo que nos digan los experimentos realizados por la propia empresa, lo cierto es que nos ha sorprendido comprobar el nivel de sutilidad con el DeepL traduce textos. Los fallos siguen estando presentes, pero se pueden lograr resultados bastante dignos. Para lograr esta pequeña gran hazaña utiliza, como en el caso de Google, técnicas de inteligencia artificial basadas en el aprendizaje profundo.

DeepL ha construido en Islandia un superordenador que se sitúa en el puesto 23 dentro de la clasificación de los 500 más potentes del mundo. Esta máquina según la empresa cuenta con capacidad para procesar un millón de palabras por segundo.

Otro de sus atractivos es que a día de hoy DeepL puede usarse sencillamente entrando en su página web y pegando el texto que queremos traducir. Es capaz de trabajar con 42 combinaciones de idiomas. Aunque, como vemos en el gráfico que reproducimos en estas líneas, su efectividad no es la misma en todos los casos.