A nivel global, durante 2014 hubo un total de 41,8 millones de toneladas de este tipo de desechos. Una cantidad que podría llenar más de un millón de camiones de transporte de 18 ruedas.
Un nuevo informe revelado esta semana por la Universidad de las Naciones Unidas (UNU) ha revelado una alarmante cifra relacionada a un tipo de residuos que no solemos tomar en cuenta: la basura electrónica.
Este tipo de desechos, ignorados completamente por muchos corresponden a equipos electrónicos y eléctricos que van desde electrodomésticos y pantallas de televisión hasta teléfonos móviles.
Si bien, quizás éste no es el tipo de basura que se nos viene a la cabeza al pensar en el medio ambiente, la UNU asegura que solamente en 2014 se generaron 41,8 millones de toneladas de este tipo de desechos.
Sólo para que te hagas una idea, esta cantidad es tan alta que podría llenar más de un millón de camiones de transporte de los de 18 ruedas, que en línea, podrían ocupar dos veces la distancia entre Nueva York y Tokio.
Según la cifras de este nuevo informe, desde el año 2010 han aparecido 8 millones de toneladas extra de estos equipos. Una cantidad, que si se lleva a kilos por habitante, corresponde a un aumento de un kilo de desechos por persona.
En tanto, si llevamos estos número al futuro, se espera que para 2018, momento en que podría existir una población mundial de 7.400 millones de personas, cada persona genere una media de 6,7 kilogramos de basura electrónica.
¿Qué pasa en Latinoamérica?
En total hay seis países latinoamericanos entre los 40 del mundo que más se deshacen de aparatos electrónicos. Dentro de este grupo Brasil lidera la lista (en la 8va posición a nivel global) con 1,4 millones de toneladas de basura.
En segundo lugar aparece México (en el número 11 global), con un millón de toneladas, seguido por Argentina (292.000 toneladas), Colombia (252.000 toneladas), Venezuela (233.000 toneladas) y Chile (176.000 toneladas) entre los 40 primeros países de la lista de estos desechos.
En tanto, si tenemos en cuenta los datos por habitante, los latinoamericanos que más kilogramos de desechos electrónicos producen son los chilenos, con 9,9 kilos.
A Chile le siguen en orden Uruguay, con 9,5kg; México y Panamá, empatando con 8,2kg; Venezuela, con 7.6kg; Costa Rica, un poco más abajo con 7.5kg; Argentina y Brasil, con 7kg; Colombia alcanzado los 5,3 kg, y finalmente Ecuador, solamente con 4,6 kg.
Estas cifras obviamente son bastante más bajas que el nivel global de desechos electrónicos. La lista está liderada por Estados Unidos con 7.000 millones de toneladas, seguido de cerca por China con 6.000, además de Japón, Alemania e India en los siguientes lugares. No obstante, sólo estos dos primeros países generan de forma conjunta casi un tercio (un 32%) de la basura electrónica del mundo.
En otras regiones, como Europa, España lidera la lista con 17,7 kilogramos de basura electrónica por habitante en 2014, seguido por los 17,6 de Italia, 22,1 de Francia, 21,6 de Alemania y 23,5 del Reino Unido.
En tanto, si se evalúa por promedio por ciudadano, Noruega, Suiza, Islandia, Dinamarca, Reino Unido, Holanda, Suecia y Francia son los que lideran la lista globalmente. Por ejemplo, un Noruego produce de media 28kg de basura electrónica al año y un francés 22.
¿Por qué hay más basura electrónica?
Actualmente, un 60% de la basura electrónica corresponde a electrodomésticos del hogar, desde neveras hasta tostadoras. En tanto, solamente un 7% vienen a ser celulares, computadores o impresoras, entre otros. De todos estos desechos, lamentablemente, sólo un 17% se recicla en el mundo.
Según Ruediger Kuehr, uno de los autores del informe, una razón clave detrás de este exceso de desechos es el acortamiento de la vida útil de electrodomésticos y otros aparatos electrónicos y su diseño, que hace cada vez más difícil que puedan ser reparados.
Esto no depende, según Kuehr, completamente de las empresas. Muchas veces estas compañías también responden a la petición de los consumidores por aparatos más baratos y por tanto, menos reparables.
La solución podría estar, según el autor del informe, en el actuar de los gobiernos, especialmente en la medida que reconsidere sus políticas de adquisiciones de este tipo de equipos. Si adquieren productos se reparan más fácilmente, le darían a otros consumidores una clara indicación de lo que se tiene y debería hacer, según el experto.
¿Por qué debería importarnos la basura electrónica?
Estos desechos no sólo plantean un conflicto medioambiental, ya que contienen elevadas cantidades de materiales tóxicos como plomo, mercurio y cadmio, sino que también económico.
Según el informe de la UNU, 41,8 millones de toneladas de equipos electrónicos y eléctricos tirados a la basura contenían recursos como oro y otros minerales, por valor que alcanzaría los US$52.000 millones.
Una cantidad de recursos que serían sumamente útiles para cualquier tipo de mercado que presenta este tipo de desechos, e incluso, para las mismas compañías.
¿Qué podemos hacer nosotros como consumidores?
Un cambio de actitud de los consumidores también podría ayudar a reducir el problema. De acuerdo a Kuehr, los usuarios de estos equipos pueden comenzar a resolver una serie de dudas para decidir comprar una equipo, como por ejemplo, ver si un equipo puede ser reparado, o quién puede recogerlo una vez que se supere su vida útil.
Solamente estas preguntas, podrías incrementar la presión sobre las compañías y motivar en ellos una responsabilidad en la gestión de la basura electrónica.
