El proyecto Swarm consiste en un equipo vestible pensado para personas con autismo y con discapacidades visuales o auditivas.
Por Pablo G. Bejerano para ThinkBig. La tecnología vestible se encuentra en plena eclosión. Los primeros dispositivos, como los smartwatch y las pulseras inteligentes, ya se han convertido en habituales de los escaparates en las tiendas especializadas. Hay otro tipo de objetos, como las gafas, que están a punto de llegar a la fase de comercialización, mientras que la introducción de sensores en la ropa cada vez se está investigando más. El proyecto Swarm entra dentro de estos esfuerzos que se están haciendo. Se trata de una bufanda inteligente, que emite calor y vibra con el fin de ayudar a las personas con autismo o trastornos auditivos y visuales.
Microsoft ha desarrollado este proyecto dentro de su división Research. El objetivo era encontrar tecnología wearable que se pudiera llevar sin llamar la atención y que a la vez sirviera para paliar algunas de las dificultades que tienen aquellos que padecen autismo, discapacidad visual o auditiva.
El proyecto Swarm no quería construir un dispositivo médico sino algo que pudiera convertirse en producto de consumo. De ahí que se pensara en una bufanda, cuya estructura permitiría ocultar con éxito los sensores biométricos y otros componentes electrónicos. La bufanda inteligente se conecta con una aplicación móvil y funciona en base a las emociones del portador, para ayudarle a controlarlas.
La idea es que los sensores biométricos detecten el estado emocional del portador y los mecanismos de vibración y de emisión de calor actúen en consecuencia. De esta forma la bufanda inteligente podría tranquilizar a una persona o animarla. Una de las investigadoras, Michele Williams, aspira a añadir la opción de enfriar, que sería útil para calmar a un portador que haya empezado a sudar, un síntoma de estrés.
La bufanda inteligente está compuesta por módulos, consistentes en hexágonos de fieltro industrial con una capa de tafetán trenzado con cobre para dar conductividad a la estructura. Estos módulos vibran o se calientan, y todos ellos se comunican con uno que a su vez transmite y recibe información del smartphone, a través de bluetooth.
La estructura de la bufanda inteligente está preparada para que un usuario se la coloque por dentro del abrigo, por ejemplo. De esta manera no se ve, pero sobre todo se puede llevar de tal forma que un extremo llegue hasta el estómago, por ejemplo. Así se puede aplicar un calor reconfortante en esta zona, mientras que en el cuello una suave vibración podría ayudar a gestionar una emoción de agobio.
Crédito imágenes: Microsoft