El acuerdo establece el pago completo a los consumidores afectados así como el compromiso por parte del gigante de Internet de modificar sus prácticas de facturación.
La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) acordó con Google el reembolso US$19 millones por compras realizadas por niños en la tienda virtual Google Play, sin el consentimiento de los padres, titulares de las tarjetas de crédito.
Desde 2011, Google "violó la ley sobre prácticas comerciales desleales al cobrar a los consumidores por los cargos realizados dentro de las aplicaciones para niños descargadas dentro de la tienda Play", señala la demanda entablada por la FTC contra la empresa californiana, según informó en un comunicado.
Los términos del acuerdo establecen el pago completo de US$19 millones a los consumidores afectados así como el compromiso por parte del gigante de Internet de modificar sus prácticas de facturación para asegurarse el consentimiento de sus clientes.
Se trata de la tercera vez que la Comisión interviene en un caso de compras de aplicaciones por parte de niños que no poseen autorización de los padres.
En enero pasado fue Apple quien debió reembolsar unos US$32,5 millones a sus clientes por utilizar la misma modalidad de comercio electrónico, mientras que en julio Amazon fue demandada por una corte federal en similares condiciones.
La demanda se centra en aquellas aplicaciones que poseen dentro de su funcionamiento la posibilidad de comprar objetos virtuales que permiten avanzar en un juego, por ejemplo.
Los cargos añadidos dentro de la aplicación pueden ir desde los 99 centavos hasta los 200 dólares y, según la FTC, "las líneas entre las compras de dinero virtual y dinero real puede ser borrosa".
La tienda de Google permitía en sus inicios la compra de apps con sólo realizar un clic.
Sin embargo, entre mediados y finales de 2012, introdujo una ventana emergente que exigía ingresar una contraseña para realizar la operación pero con un lapso de 30 minutos durante el cual no se requería la contraseña.
De manera que los niños podían concretar adquisiciones digitales sin límites durante ese tiempo.