El sistema "Rijks Emotions" busca conectar este tipo de arte con las imágenes de nuestro mundo digital con tecnología de reconocimiento facial.
Por Ana Gaona para Mediatelecom Agencia Informativa. ¿Cuándo fue la última vez que visitaste un museo para observar pinturas clásicas? ¿Alguna vez lo has hecho? ¿Te gusta la idea o te parece aburrida?
No todos los museos son iguales, debemos admitir que algunos son más divertidos e interesantes que otros, sin embargo, muy pocos cumplen con el objetivo de hacernos sentir parte de la historia o por lo menos despertar nuestro interés por el conocimiento y el arte.
Bajo esta idea de que en las generaciones jóvenes existe una falta de interés hacia los museos, cuatro estudiantes de la universidad privada Hyper Island, han creado “Rijks Emotions”, una forma de conectar las piezas del arte clásico con las imágenes de nuestro mundo digital a través la tecnología de reconocimiento facial de Sightcorp.
Hyper Island es una institución privada especializada en diseñar experiencias de aprendizaje para empresas o individuos que quieran mantenerse competitivos en un mundo cada vez más digital.
De aquí surgió la idea de Thomas Bouillot, Rikke Hindborg, Amir Ismail y Sandra Valenca. Estos cuatro estudiantes quieren reavivar el entusiasmo hacia los museos a través de una imagen propia que coincida con los retratos del pasado, en este caso las pinturas que alberga el Museo Nacional de Ámsterdam (Rijksmuseum).
Con base en una API abierta de reconocimiento facial, el sitio de Rijks Emotions personaliza la experiencia de los usuarios a través de una pintura que asemeje su género, edad y humor con ayuda de una webcam.
“Partimos de la idea de que los jóvenes piensan que los museos son viejos, aburridos e irrelevantes, pero no se dan cuenta del impacto social que tuvo el arte en los siglos anteriores a la invención de la cámara”, aseguró Hindborg en una entrevista para The Creators Project. “Esperamos que Rijks Emotions provoque el deseo en los jóvenes de ir y ver cómo la vida se representaba antes de Instagram”.
Sin embargo, para un proyecto que fue montado en sólo tres semanas, el sitio aún necesita perfeccionarse. En el siguiente ejemplo se puede observar la diferencia de “identidad” y emociones que alberga la confrontación. “Eres una mujer de 30 años con un semblante de tristeza”. Se puede leer en la descripción de “Retrato de una mujer” de Pieter van Anraedt; sin embargo, su contraparte digital es un hombre joven con una expresión seria:
“El prototipo no es perfecto”, asegura Hindborg. “El algoritmo de reconocimiento facial sólo puede detectar tu género (hombre, mujer), edad, estado de ánimo (positivo, negativo) o expresión (feliz, triste, neutral, enojado, asqueado, temeroso o sorprendido). Debido a nuestras limitaciones en conocimientos de programación, elegimos sólo trabajar con estas tres variantes, las cuales representan un total de 70 combinaciones diferentes, cada una con su pintura correspondiente”.
Cabe mencionar que este proyecto no se trata de una campaña en alianza con el Rijksmuseum, sino de un proyecto escolar que bien valdría la pena rescatar. El objetivo final es crear paradas de autobuses que muestran en tiempo real lo que se puede hacer con Rijks Emotions. Esto alentaría a más personas a asistir a los museos.