La brecha digital de la región es un problema que nos juega tanto a favor como en contra, ya que si bien retrasa la economía digital permitiría eventualmente al continente crecer y consolidarse en un proceso dinámico.
Este martes 17 de mayo se celebra un nuevo día internacional de Internet y las telecomunicaciones. Sin embargo, no todas las regiones del mundo están listas para celebrar este acontecimiento, no sólo porque todavía más de la mitad de la población mundial no tiene conexión a internet, sino que también porque América Latina (que constituye un 10% de los usuarios globales) todavía presenta una importante brecha digital con respecto al resto del planeta. Sí, a pesar del verdadero salto digital que hemos vivido en los últimos años.
A nivel de telefonía, hoy en día prácticamente todos los habitantes de Latinoamérica cuentan con un celular. Estos equipos han permitido una gran cobertura de banda ancha móvil dentro de la región y han entregado conexión a internet a varias personas que no se encontraban hasta hace algunos años en línea. Un crecimiento de conectividad que ha sido tal que ha superado largamente a las conexiones fijas, con un alza de 22% vs. 5%, y que es mayor en 16 de los 20 países de la región.
De esta manera, los equipos móviles han permitido que en los últimos diez años el número de usuarios en línea se haya más que duplicado. De hecho, el porcentaje de latinoamericanos que usan Internet pasó de 16,6% en 2005 a 53,5% en 2015, según el informe “El ecosistema y la economía digital en América latina”, coeditado por CAF -banco de desarrollo de América Latina-, CEPAL, CET.LA y Fundación Telefónica.
Lamentablemente este porcentaje está lejos de los niveles que se registran en los países desarrollados de la OCDE, donde se registran tasas de alrededor del 82.2%. Es decir, existe una brecha entre Latinoamérica y las otras regiones de más de 28 puntos.
A esto se suma la heterogeneidad entre los propios países de la región. Si bien hay naciones donde hay más de la mitad de la población conectada a internet (Argentina, Uruguay, Venezuela, Colombia y Brasil), existen siete lugares donde la cifra no llega al 50% (Bolivia, Perú, Paraguay, Ecuador, México, Panamá y República Dominicana) junto a otros tres (Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala) donde el número de usuarios de internet no supera el 30% de la población, de acuerdo a la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
Esta falta de avance se puede ver también en la baja oferta local de productos y servicios digitales. De esta manera, de los diez sitios de internet más importantes de América Latina en términos de tráfico, seis han sido originalmente desarrollados afuera de la región, aunque entregan muchas veces contenido local.
Esto no significa que todo esté perdido. Si bien existe una gran brecha digital en la región, esto también significa una gran oportunidad. Como la economía digital tiene todavía un gran espacio para crecer en la región, y consolidarse en un proceso dinámico y sostenible de creación de valor, "tenemos ante nosotros el reto de desarrollar una verdadera industria digital latinoamericana que nos equipare a los países más avanzados, y también tenemos la oportunidad de ofrecer un acceso universal al mundo digital que contribuya a la igualdad de oportunidades para todos los latinoamericanos”, explica Mauricio Agudelo, experto en telecomunicaciones de CAF.
Según el experto, el reto de la nueva Agenda Digital para América Latina (eLAC2018) estará en la ubicuidad de Internet, la convergencia tecnológica, las redes de alta velocidad, la economía digital, el gobierno electrónico y la analítica de macrodatos, sin dejar de lado las necesidades pendientes de resolver en el acceso y uso de las TIC. De esta manera, en los próximos años eLAC2018 deberá crear un ecosistema digital que impulse una sociedad basada en el conocimiento, la inclusión y la equidad, la innovación y la sostenibilidad ambiental.
Un punto vital de estos planes será la configuración de un Mercado Único Digital en América Latina, una plataforma que permitirá reducir las barreras digitales y crear un área de mayor eficiencia económica donde las personas y los negocios pueden comercializar, innovar e interactuar de forma legal, segura y a un bajo costo. Además, los gobiernos deberán enfocarse en expandir aún más el acceso a la banda ancha, especialmente, en los estratos de menores ingresos, así como en las zonas rurales y más apartadas.
Este aspecto, la disponibilidad de infraestructura, se mantiene una de las variables decisivas en la masificación de la banda ancha en la región, a diferencia de lo que acontece en los países desarrollados, en donde dicha infraestructura ya está presente y sólo rigen preferencias de mercado. Esto se puede ver especialmente en aspectos como la velocidad de carga y descarga, que ha sido uno de los temas en que también se ha marcado ciertas distancias con las naciones más desarrolladas. De acuerdo, al informe de CEPAL el promedio de velocidad de carga en Latinoamérica es, en el período considerado, 2,92 Mbps, una cifra bastante lejana a los 13,41 Mbps que se da en los países desarrollados. En descarga, en tanto, el promedio regional corresponde a 7,26 Mbps, muy por debajo de las naciones más avanzadas con 32,20 Mbps.
De esta manera la clave estará en el avance en redes móviles, lo que permitirá superar los retos relacionados con disponibilidad de infraestructura, calidad y asequibilidad de las conexiones. En tal sentido, parece destacable el crecimiento de las redes 4G en Chile, cuyas conexiones crecieron en un 307% el año pasado, según la Subsecretaría de Telecomunicaciones, y que precisamente este martes llego oficialmente al país por medio de la implementación de la espera banda de 700mHz. Una cifra que se repite en otras naciones como Uruguay y México, pero que todavía tiene varios países rezagados en la región que todavía no implementan esta red en ninguna de sus formas.
El Día Internacional de Internet es un proyecto en red que está abierto a la participación voluntaria y gratuita de todos. Su creación fue recién en noviembre de 2005, cuando la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información pidió a la Asamblea General de la ONU que declarara el 17 de mayo como el Día Mundial de la Sociedad de la Información, con el fin de promover la importancia de las TIC y los diversos asuntos relacionados con la Sociedad de la Información.