AdTrap se coloca entre el módem y el router e intercepta, no sólo todo posible aviso publicitario que intente colarse a la red, sino que también bloquea el rastreo de usuarios que algunos avisos activan.
Santiago. Un emprendimiento tecnológico pretende dejar internet sin anuncios, gracias a un dispositivo que bloquea todos los avisos publicitarios para que no lleguen a la computadora, el smartphone o la tableta. Su nombre es AdTrap.
Si dentro de 23 días los promotores del proyecto AdTrap logran su objetivo, los anunciantes que quieran pautar en internet recibirán una muy mala noticia. Es que los tres creadores californianos tienen en sus manos un prototipo que se encarga de interceptar toda la publicidad online que es capaz de reconocer, antes de que lleguen a los dispositivos.
El dispositivo, que ya puede encargarse, costará US$120 y es, en definitiva, una “pequeña computadora” con sistema operativo Linnux, resume la revista The Atlantic. El aparato se coloca entre el módem y el router e intercepta no sólo todo posible aviso publicitario que intente colarse a la red, sino que también bloquea el rastreo de usuarios que algunos avisos activan.
Por otro lado, los desarrolladores aseguran en el sitio que AdTrap es “abierto y muy hackeable”, por lo que es posible actualizarlo con nuevos tipos de publicidades.
Si bien AsTrap no es primero en intentar burlar la publicidad online, su simplicidad es un atractivo para todos aquellos que estén dispuestos a pagar el monto necesario, señala The Atlantic.
A menos de un mes de finalizar el plazo en Kickstarter, un sitio donde se publican proyectos para la financiación del público interesado, AdTrap cuenta con más de 560 patrocinadores y ha logrado reunir más de US$62.800. El proyecto necesita US$150.000 para lograr su meta, y así poder comenzar a entregar los dispositivos que algunos entusiastas esperan para este 8 de diciembre.
“Hacer que internet vuelva a ser tuyo” es el mensaje que los creadores de AdTrap envían a quienes están “cansados” de la publicidad en internet, que todavía no es más que ruido visual para algunos, y un modelo de negocios rentable para otros.