El mercado de las telecomunicaciones se mueve en Ecuador y trae consigo los beneficios de la tecnología de punta. Mejor visualización e interacción con el televisor, son algunas de las realidades que las empresas del sector, algunas más adelantadas que otras, ofrecen al consumidor local que comienza a subirse al carro de la era digital.
Para la televisión pagada en el Ecuador existe un antes y un después del Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010. Directv, una empresa que hasta entonces había permanecido rezagada en el mercado local, fue la que capitalizó a su favor el mega evento deportivo. A su vez, respaldada por la corporación internacional del mismo nombre, lo utilizó como carta de presentación del servicio de ‘alta definición’, que ahora es familiar para los consumidores del segmento.
Luego de que asumiera en el 2008 el control del negocio que por 13 años había manejado a través de una franquicia, la multinacional estadounidense decidió realizar fuertes inversiones en tecnología e implementar en el Ecuador los avances y novedades que desarrolla constantemente su laboratorio en los Estados Unidos.
Por ello, desde que lanzó la ‘alta definición’, Directv ha seguido colocando en el mercado nuevas ofertas, agregando valor a su servicio y, en consecuencia, creciendo. Hace dos años, sus clientes eran apenas 27.500; la empresa había estado asociada a una oferta con costos elevados que limitaba su expansión. Para diciembre del 2010, ya captó más de 100 mil suscriptores; y este año, según el gerente comercial, Gonzalo Chicaiza, espera duplicar la cifra.
Hasta abril último, según los datos de la Superintendencia de Telecomunicaciones, había 394.192 suscriptores de televisión pagada en el país; lo cual representa una penetración del servicio del 11,8%. Un año antes, las cifras estaban en 321.879 suscriptores y 9,6% de penetración; el crecimiento, estimado entonces en casi un 23%, demuestra –según los expertos- que la tecnología tiene acogida y que las innovaciones hechas le han dado un impulso al sector.
Con los decodificadores inteligentes, Directv le ha otorgado en cambio un carácter interactivo a la televisión pagada. Antes, “el cliente estaba acostumbrado a hacer ‘zapping’, eso era todo, y con una calidad no muy buena”, recuerda Chicaiza.
La tecnología, cuyo costo se volvió accesible gracias a las economías de escala que maneja la corporación a nivel regional, le permite al usuario pausar en vivo, retroceder, grabar programas, controlar los horarios y la programación que miran los niños, cambiar de idioma o de subtítulos en la pantalla, hacer uso de formas inteligentes de búsqueda de programas y obtener información sobre series, películas, partidos, campeonatos y ligas, entre otras cosas.
La competencia empieza también a ofrecer estos servicios, pero ‘hemos liderado el proceso’, sostienen los directivos de la compañía, cuya participación de mercado calculan está en el 15%; el Grupo TV Cable, con 25 años en operación, mantiene la posición de mayor proveedor.
Siguiendo el ritmo de una sociedad donde las tecnologías se movilizan con el usuario, Directv trabaja en el desarrollo de la ‘televisión pagada móvil’. En Estados Unidos, el servicio acaba de introducirse; “el lapso entre el lanzamiento allá y la implementación en el Ecuador es de unos tres a cuatro meses”, sostiene Chicaiza.
Un abreboca ha sido la posibilidad de activar el decodificador, para grabar un programa, desde el internet y, por tanto, también desde un smartphone. Finalmente, es el consumidor el que ha ganado.