Según Iván Arce, director del programa STIC de la fundación argentina Sadosky, a nivel mundial invierten las empresas más de US$30 mil billones al año en seguridad informática y existen más de 1.000 empresas que ofrecen este servicio.
El costo que puede generar la perdida de información, lo qué puede suceder con el uso de ella, o tener un inventario de todos los bienes existentes es difícil de estimar, expresa.
Los estudios existentes pertenecen a las firmas que están dentro del negocio, como IBM, McAfee, Panda, entre otras. El principal problema está, señala el experto, en que no existen estadísticas oficiales sobre la inseguridad informática en Latinoamérica y "las que existen están basadas en lo que se piensan que sucede y no en lo que pasa".
“Hay reportes que indican que las pérdidas por ataques cibernéticos son de tres trillones de dólares, pero no hay ni una base precisa ni científica para determinar si eso es cierto”, además añade que las empresas de seguridad informática están en una etapa infantil, ya que son bastantes básicas y carecen de un sustento fuerte.
La arquitectura que se utiliza en la seguridad informática está un tanto anticuada, “hace una década no se han actualizado las cosas”. Esta área requiere un poco más de ciencia, ya que no hay educación formal y los que la ejercen son artesanos que ejercen su creatividad, expresa.
Las gestiones de las operaciones de seguridad informática están centralizas e indica que así han obtenido valor en el mercado, pero es “necesario promover el manejo de la protección descentralizado y también la distribución del contenido”.
Brasil, México y Argentina representan el 56% de los usuarios de Internet de la región y contribuyen con cerca de cincuenta y US$9 mil billones al Producto Interno Bruto (PBI).