Taxis sin conductor y hospitales robotizados son sólo el comienzo. El proyecto respaldado en un laboratorio en innovación pretende elevar a un nivel “smart” la educación, agricultura, sanidad y movilidad.
Por Silvia Martín para ThinkBig. Todos queremos vivir en un país inteligente. Lo que podíamos esperar de una ciudad hace 20 años es que tuviese instituciones democráticas, un buen transporte público o unas buenas infraestructuras. El sueño de Singapur va mucho más allá, su ministro de Asuntos Exteriores, Vivian Balakrishnan, pretende elevar el país a otro nivel. ¿Recuerdas el capítulo futurista de Los Simpson? Algo parecido quiere hacer este entusiasta ministro.
¿Sabías que Los Simpson han acertado en muchas de sus predicciones tecnológicas? En 1995 ya hablaron de los smartwatch, concretamente en su capítulo de la boda de Lisa. Incluso, se adelantaron con la impresión 3D, en el capítulo de 2005, en el que Marge hace una foto a Bart y Lisa antes del baile de fin de curso. Esta foto luego se transforma en una tarta comestible. ¿Pensabas que las selfies habían surgido a raíz de las cámaras delanteras de los smartphones? Pues Bart fue todo un pionero, consiguiendo selfies de Homero comiendo una tarta de chocolate. Pero, ¿qué tiene que ver esto con la nación asiática?
El sueño de ser un país inteligente
En este contexto, el camino para ser el primer país inteligente no ha hecho nada más que empezar. La agricultura, movilidad, sanidad y educación llevarán el adjetivo “Smart”. Todo va a girar en torno a la tecnología, al puro estilo de Los Simpson. Habrá hospitales digitales, niños que programarán drones, taxis autónomos, o incluso, granjas verticales. ¿Les parece de fantasía? Pues algunos de estos proyectos llevan en activo más de un año.
Sin embargo, el futuro es otra cosa, y Singapur sigue avanzando en su sueño de ser el primer país inteligente del mundo. Su ministro de asuntos exteriores piensa en grande, incluyendo un programa de robótica y millones de objetos inteligentes para 2020. Relojes, neveras, termostatos, coches, ventiladores, pulseras, y hasta los zapatos podrán conectarse a la red. Los objetos podrán ser comandados a distancia, sin tecnologías específicas, solo a través de Internet.
El país soberano insular de Asia, formado por sesenta y tres islas, y con un gobierno que lleva más de 50 años en el poder, sueña con ser el pionero en desarrollo digital. Por ello, apuesta por el Big Data, la inteligencia artificial y la realidad virtual. El verdadero desafío será cambiar la mentalidad de las personas, ya que aún siguen existiendo personas que no avanzan, considerando que la tecnología no va con ellos. Pero la tecnología tendrá que ser concebida como el instrumento necesario para conseguir los objetivos previstos.
Un Silicon Valley asiático
Imaginemos los rascacielos de Dubai, la policía de Ginebra y el clima de Bombai. Singapur ha creado un entorno de innovación al más puro estilo de Silicon Valley: One North. Un lugar que sirve como punto de encuentro para emprendedores con startup, networking y workshop de empresas, rodeado por la Universidad Nacional de Singapur y otros colegios de creación y diseño.
En el epicentro de innovación asiático conviven empresas punteras como Apple, Intel o Microsoft con nuevas startups surgidas por el talento joven. Las nuevas generaciones aspiran a cambiar el mundo, usando las nuevas tecnologías para conseguir sus objetivos. Así, surgen nuevas aplicaciones basadas en Big Data o nuevos productos conectados por el Internet de las Cosas.
¿Se puede aprender a ser un emprendedor? Sin duda es una habilidad innata, aunque sí se puede aprender de los más grandes para llegar a ser un emprendedor de éxito. En este contexto, Singapur quiere seguir creciendo y aspira a ser la primera nación inteligente del mundo.