Así lo entiende el jefe de contenidos de la empresa estadounidense, quien sostiene que la oferta variada vencerá al consumo de contenidos sin derechos.
Es un argumento típico de la comunidad de piratas en el mundo: “Si hubiera mejor acceso a películas y programas de televisión online habría mucha menos actividad ilegal para bajar esos materiales, que no están disponibles”. Ahora resulta que tienen un aliado muy poderoso para transmitir ese mensaje.
Según afirma el jefe de contenidos de Netflix, Ted Sarandos, en una entrevista reciente publicada en el sitio de tecnología Stuff.tv, “la mejor forma de combatir la piratería no es por la vía legislativa ni penal, sino mediante la oferta de nuevas opciones”.
Sarandos afirma poseer información que avala sus dichos, ya que señala que cada vez que Netflix conquista un nuevo territorio, el balance de la empresa mejora, en tanto que los sitios piratas disminuyen su actividad.
Se puede extraer una serie de conclusiones a partir de esa declaración, pero el propio Sarandos se apresura a dejarlo lo más claro posible: “Uno de los efectos secundarios del crecimiento de los contenidos es que genera una gran expectativa por tener acceso a ellos. No se puede usar internet como un vehículo de marketing sin que sea además un vehículo para proveer contenido”.
En otras palabras: hay una legión de entusiastas que se preguntan por qué pueden ver toda clase de trailers y una cantidad variada de posters de la película y sus principales personajes, además de comentarios, reseñas y entrevistas, secretos de la filmación y fotos del rodaje, pero no pueden ver el filme en sí.
Se ha ensayado una serie de respuestas, desde las más complicadas a las más obvias, pero los grandes estudios –y ni hablar de las películas independientes– están, finalmente, experimentando un poco más con las plataformas VOD y las fechas de lanzamiento, así que tal vez están respondiendo al tipo de números que Netflix ha estado viendo por algún tiempo.
Esto no quiere decir necesariamente que la piratería sea una conducta aceptable. Para los cineastas independientes, que tratan de salvar un margen de ganancia muy escaso, puede ser muy dañina. Pero es una realidad y un elemento que afecta de manera importante la distribución en la era de internet, que puede estar moviendo la aguja hacia una manera diferente de pensar.
Parece natural que los grandes estudios se quejen y luchen contra una nueva forma de hacer las cosas, antes de adoptarla y encontrar nuevas formas de lucrar con ella. Algunos indicios, como lo que señala el jefe de contenidos de Netflix, hablan del pasaje actual de la etapa de lucha a la etapa de aceptación y busca de comercialización de películas y series por internet.