Markus Persson, creó “Minecraft” en un fin de semana. Su juego fue comprado por Microsoft a US$ 2.500 millones. Ahora el programador sueco se retirará de esta fama que dice no comprender.
¿Qué pasa cuando un diseñador y programador de videojuegos se convierte en el símbolo de todo aquello que es noble, abierto y sin fines de lucro dentro de esta millonaria industria? A juzgar por lo que pasó esta semana, no soporta la presión y termina desilusionando a todos sus altruistas seguidores, vendiéndose por miles de millones de dolares a una multinacional.
Markus Persson, también conocido como Notch y Markus Alexei, es un diseñador y programador sueco de 35 años que en un fin de semana de 2009 creó un videojuego llamado Minecraft. Se trataba de una suerte de Lego virtual, donde los usuarios podían crear mundos pixelados tan ricos como su imaginación les permitiera. Así, Persson y su pequeña empresa Mojang se convirtieron en un éxito mundial y cambiaron la industria de los videojuegos.
Pero pronto, la presión empezó a ser insoportable. “No soy un emprendedor. No soy un CEO. Soy un programador nerd a quien le gusta tener opiniones en Twitter”, dijo Persson esta semana. Una de esas opiniones fue comunicar que le había dicho a Microsoft que “dejara de intentar arruinar la PC como plataforma abierta”, según tuiteó en 2012.
Pues el lunes pasado, Microsoft compró Mojang y su creación estrella, Minecraft, por US$2.500 millones. Es decir, el juego más indie pasó a estar en manos de una empresa multimillonaria. Además, por ser la compañía responsable de las consolas Xbox, ya despertó el pánico de los usuarios de Playstation, de Sony, quienes temen que el juego sea discontinuado para la consola enemiga de Microsoft.
“No quiero ser un símbolo, responsable de algo tan grande que no entiendo, en lo cual no quiero trabajar y que vuelve una y otra vez a mí”, escribió Persson tras el anuncio de la transacción. “Gracias por convertir Minecraft en esto, pero ustedes son muchos y no puedo ser responsable de algo así de grande”, explicó el sueco, agregando: “No es por el dinero. Es por mi salud”.
El programador planea abandonar Mojang “inmediatamente” y volver a la humilde vida de desarrollar experimentos web y juegos. Aunque ahora lo hará con varios millones en los bolsillos.