El Parlamento dio el visto bueno definitivo atraído por el hecho de que las redes digitales pueden incorporar más canales de radio. Sin embargo, no todos están de acuerdo con la medida.
Noruega se convertirá en el primer país que empieza a desconectar la radio en Frecuencia Modulada (FM) la próxima semana, en un arriesgado e impopular salto a la tecnología digital que será seguido de cerca por otros países que están considerando seguir su ejemplo.
Quienes se oponen a la medida dicen que el Gobierno se está apresurando con la decisión y que muchas personas podrían perderse las advertencias sobre emergencias que por años se han emitido a través de la radio.
Una preocupación en concreto son los dos millones de vehículos que circulan por las carreteras noruegas que no cuentan con receptores de Transmisión Digital de Audio (DAB, por sus siglas en inglés).
Un 66% de los noruegos se opone a desconectar la FM, sólo un 17% está a favor y el resto no tiene una opinión formada, según una encuesta de opinión publicada por el diario Dagbladet el mes pasado.
No obstante, el Parlamento dio el visto bueno definitivo para la medida el mes pasado, atraídos por el hecho de que las redes digitales pueden incorporar más canales de radio.
Suiza planea un cambio similar a partir de 2020 y Reino Unido y Dinamarca son dos de los países que también están considerando el cambio. Una transición sin problemas al DAB podría alentar a estos países a efectuar el cambio.
El apagón de la FM, introducida en los años 50, empezará en la ciudad de Bodoe, en el norte del país, el 11 de enero.
Para fines de año, todas las cadenas nacionales que emiten en FM se cerrarán en favor del DAB, cuyos partidarios dicen que transmite menos ruido y ofrece un sonido más nítido para todo Noruega, un país de cinco millones de habitantes plagado de fiordos y montañas.
"Somos el primer país que apagará la FM pero hay otros que avanzan en la misma dirección", dijo el jefe de la Radio Digital en Noruega, Ole Joergen Torvmark, que agregó que los autos son el "mayor reto", ya que un buen adaptador digital para la radio de un vehículo cuesta unas 1.500 coronas noruegas (174,70 dólares).