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El sueño de Tesla
Lunes, Abril 1, 2013 - 14:42

Qualcomm, la compañía desarrolladora de chips para smartphones y tabletas, adaptó una tecnología del legendario inventor serbio que podría revolucionar la industria automotriz, al eliminar los cables para cargar autos eléctricos.

Hace 122 años, en las cercanías de Nueva York, Nikola Tesla demostró la transmisión inalámbrica de energía eléctrica. El científico, de origen serbio y uno de los más destacados padres de la electricidad moderna, logró transmitir energía a distancia sin la intervención de ningún medio conductor. Esta extraordinaria tecnología de finales del siglo XIX es conocida como el ‘efecto Tesla’.

Disputas comerciales, de patentes, personales y hasta militares evitaron que el sueño de Tesla de transmitir energía eléctrica ‘por el aire’ a todo el mundo prosperara. Poco después la torre Wardenclyffe, su millonario proyecto para crear un sistema de radiotelefonía transatlántica con apoyo del millonario JP Morgan, fracasó estrepitosamente, y la carrera por transmitir señales de radio a través del océano la ganó su rival, el italiano Guillermo Marconi. Pese a haber hecho cierta fortuna con sus patentes industriales, Tesla terminó en la ruina, viviendo en una habitación de hotel en Nueva York y rodeado de una fama de “científico loco”.

Qualcomm Halo

El efecto Tesla ha permanecido en los anales de la ciencia moderna como uno de los descubrimientos más innovadores y enigmáticos de la electricidad. Pero las grandes ideas siempre logran, aunque sea años después, motivar a quienes ven en ellas algo importante y revolucionario. Desde el año 2011 la compañía tecnológica estadounidense Qualcomm, conocida mundialmente por el desarrollo de chips avanzados para la industria de smartphones y tabletas, ha estado desarrollando la carga eléctrica inalámbrica automotriz (WEVC, por sus siglas en inglés), logrando el prototipo conocido comercialmente como Qualcomm Halo.

“Qualcomm Halo Wireless Electric Vehicle Charging usa inducción magnética resonante para transferir energía entre una base terrestre y una base ubicada en el vehículo eléctrico”, dice Joe Barrett, director sénior de marketing para Qualcomm Europa. La energía se usa para cargar la batería del vehículo, con una diferencia respecto de los mecanismos que hoy existen en el mercado para hacerlo. “La ventaja clave de la tecnología Qualcomm Halo WEVC es que es fácil de usar para los clientes”, afirma Barrett. “Los conductores simplemente se estacionan en la bahía de carga como lo hacen normalmente, para que la carga pueda iniciarse”.

Qualcomm Halo WEVC está pensada para ambientes urbanos y para darle un impulso a la adopción de vehículos eléctricos, los que existen hace ya varios años, pero que aún no han podido despegar comercialmente.

Según explica Barrett a AméricaEconomía, el tamaño de la batería de Qualcomm Halo en Kwh (horas kilo/watt) define el rango del vehículo eléctrico, pero también depende de su peso y el estilo de conducción. Un manejo más agresivo reduce el rango. “El tiempo de carga de la batería depende del tamaño de la batería, su estado de carga y la cantidad de energía con que se carga”.

Contrariamente a lo que podría pensarse, a más poder de la batería los tiempos de carga disminuyen. Por ejemplo, un sistema de carga de 3,3 Kwh toma cinco horas y 36 minutos en cargar, mientras que uno de 7 Kwh se demora dos horas 36 minutos y uno de 20 Kwh, apenas 55 minutos.

La máxima aspiración de la tecnología WEVC es la ‘carga en movimiento dinámica’, donde las estaciones de carga base estarían ubicadas en todas las carreteras y caminos de una ciudad (bajo el pavimento). Una verdadera revolución, pues permitiría una recarga constante y en movimiento del parque automotor.

Londres a la vanguardia

Este desarrollo es parte de otras tecnologías complementarias que la compañía se encuentra implementando en la industria automotriz, conocidas como tecnologías Máquina a Máquina (M2M, por sus siglas en inglés), donde destaca la comunicación de auto a auto, lo cual ayudará a los conductores, evitando colisiones entre vehículos.

Hasta el día de hoy distintos fabricantes están realizando aplicaciones experimentales de Qualcomm Halo. En el Reino Unido Citroën aplicó baterías de 3,3 Kwh en dos autos C1 que formaron parte de la prueba Plugged in Places, en el Reino Unido, durante 2011 y 2012. Rolls-Royce lo aplicó en el vehículo eléctrico experimental 102 EX Phantom, con 7 Kwh. Renault, por su parte, está implementando Qualcomm Halo en el vehículo eléctrico Fluence ZE, que se usará en la prueba WEVC en Londres este año. La batería más potente (20 Kwh) se está aplicando en el Lola-Drayson, auto para carreras eléctrico.

Londres destaca por su ‘espíritu Tesla’, puesto que la ciudad testeará este año la primera prueba precomercial a gran escala de WEVC en el mundo, usando vehículos de pasajeros y vehículos livianos. Esta iniciativa cuenta con el apoyo del gobierno británico y busca dar apoyo a un mercado temprano y sustentable de vehículos eléctricos. La idea es entender mejor cómo se puede implementar WEVC en una megaciudad como Londres y recibir la retroalimentación de los usuarios. Participan del proyecto londinense la empresa de carga eléctrica de autos Chargemaster Plc, Addison Lee (la compañía de taxis privados más grande del Reino Unido), la compañía de transporte público de la ciudad, Renault y la alcaldía de Londres.

En cuanto a una posible llegada de Halo a Latinoamérica, está contemplado que las carreras Formula Electric, donde los autos eléctricos se cargan inalámbricamente en los pits y eventualmente en el circuito, se realice en Río de Janeiro el 2014.

Lo que se viene

Es probable que la interacción entre dispositivos M2M y la Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) sea una realidad en la industria automotriz antes de lo que creemos.

Según un informe de la GSMA (asociación de operadores de telefonía móvil) denominado Connected Life: The impact of the connected life in the next five years, la conexión entre dispositivos, productos y servicios revolucionará la vida dentro de los próximos cinco años. Las soluciones de mAutomotive, sumadas a mHealth, mEducation, conformarán la gran aspiración de las ciudades inteligentes.

A fines de febrero finalizó en Barcelona el Mobile World Congress, donde General Motors (GM) anunció que entre 2014 y 2015 sus modelos Buick, Cadillac, Chevrolet y GMC incorporarán de fábrica conectividad móvil 4G LTE integrada a bordo, con AT&T como proveedor. Con esta tecnología el usuario podrá interconectar todos sus dispositivos (y éstos con el auto) a la red de internet de alta velocidad.

Siguiendo la misma tendencia, hace pocos días el servicio de música por internet Spotify llegó a un acuerdo con Ford para que los dueños de vehículos Ford en EE.UU. que cuenten con SYNC AppLink puedan acceder a más de 20 millones de canciones a través de sus smartphones. Pandora, otro servicio de música por internet, también llegó a acuerdo con GM, Ford, BMW y Chrysler para que los conductores puedan conectar sus dispositivos móviles a la plataforma web y operar Pandora con el panel de control del auto.

Es poco probable que la tecnología de Qualcomm Halo arribe a América Latina en un futuro cercano o mediano. Antes deberá ser testeada y evolucionar hacia una aplicación viable en más ciudades de gran tamaño. Lo importante, desde el punto de vista de la sustentabilidad y la reducción de las emisiones de CO2, es que no le pase lo mismo que a la Torre Wardenclyffe de Tesla, y quede sólo como una exótica tecnología del siglo XXI.

Autores

Pablo Albarracín