De acuerdo a un nuevo estudio, la manera en que se posicionan los pulgares en estos equipos tiene un importante impacto en la actividad cerebral de sus usuarios.
Nuestros cerebros se están adaptando a las pantallas táctiles de nuestros teléfonos o tablets. Así lo reveló un nuevo estudio, presentado durante este martes en la revista estadounidense Current Biology, que asegura que la manera en que escribimos en estos equipos puede llegar a producir una mayor actividad cerebral.
Según este estudio, presentado por el profesor Arko Ghosh y desarrollado por un equipo de científicos de las universidades suizas de Zúrich y Friburgo, la aparición de las pantallas táctiles en una infinidad de dispositivos han hecho que los usuarios desarrollen nuevas habilidades con los dedos, en especial los pulgares.
La idea de este estudio, surgió de parte de Ghosh al darse cuenta de la absoluta obsesión por el uso de los teléfonos inteligentes que existe en la actualidad. Especialmente, porque este tipo de equipos podían entregar la oportunidad perfecta de analizar las plasticidad diaria del cerebro y entender cómo la vida cotidiana lo va modificando.
"La tecnología digital que usamos en nuestra vida diaria moldea el procesamiento sensorial de nuestros cerebros en una proporción que nos ha sorprendido", aseguró el doctor.
Esto se explica porque cada región del cuerpo tiene un área específica en el centro emocional del cerebro, donde se procesa su información, la cual es flexible y puede cambiar.
Basándose en este conocimiento, los investigadores estudiaron la activación del córtex sensoriomotor, que se activa con el movimiento de los dedos, por medio de diversos encefalogramas. Estos exámenes, que se realizan por medios de electrodos posicionados en la cabeza, les permitieron seguir los mensajes eléctricos desde el cerebro hacia las manos vía nervios, y en viceversa.
En total, los científicos midieron la actividad de las regiones corticales del cerebro en 37 voluntarios, 26 de ellos usuarios de smartphones y otros 11 con celulares más antiguos. Con esta información, pudieron crear una imagen, o un mapa, de la cantidad de partes del cerebro que están asignadas a un determinado sector del cuerpo.
Específicamente, los científicos registraron la respuesta cerebral de los usuarios de smartphones cuando tocaban la pantalla con sus dedos pulgar, índice y corazón, para poder luego compararla con la de personas que siguen usando los teléfonos antiguos de teclados tradicionales.
Los datos revelaron que la actividad eléctrica en el cerebro de los usuarios de "smartphone" aumentaba al tocar las puntas de los tres dedos citados. Además, la cantidad de actividad del córtex cerebral asociada al pulgar y el índice era directamente proporcional a la práctica de la persona, es decir, cantidad de tiempo que usaba el teléfono inteligente.
Por ello, los autores del estudio consideran que el procesamiento sensorial del córtex en nuestro cerebro "es continuamente remodelado por la tecnología digital personal".
Sin embargo, esta respuesta no se da solamente en el caso de los teléfonos inteligentes. Los científicos aseguraron que este tipo de diferencias también se puede ver en músicos, como los violinistas, con respecto a quienes no tocan instrumentos. No obstante, solamente aparece como un fenómeno similar, pero con un tipo de actividad cerebral completamente diferente.