Conforme la sociedad se ve cada vez más automatizada, una forma en que podrá continuar su evolución será integrarse físicamente con máquinas, dijo el CEO de Tesla y SpaceX.
Durante el World Government Summit celebrado en Dubai el mes pasado, el empresario multimillonario detrás de Tesla y SpaceX, dijo que la dependencia cotidiana que ya experimentamos con la tecnología personal sólo aumentará con el paso del tiempo, hasta el punto en que la inteligencia humana y el pensamiento de las máquinas se fusionen, efectivamente, en uno mismo.
“Hasta cierto punto, ya somos un cyborg. Piensa en todas las herramientas digitales que tienes: tu teléfono, tu computadora”, dijo Musk a la audiencia.“Las apps que tienes. El hecho de que puedas preguntar algo y obtener una respuesta inmediata de Google, entre otras cosas", agregó.
Musk nombra esta dependencia de la tecnología personal una digital tertiary layer (“capa terciaria digital”) y asegura que ya es, de hecho, parte de nuestra biología neural, afectando nuestra forma de pensar, pero también nuestra capacidad de vivir más allá de nuestro ser físico.
“Hasta cierto punto, ya somos un cyborg", dijo Musk a la audiencia.
“Piensa en el sistema límbico, el cerebro animal y la corteza como la parte pensante del cerebro; y tu yo digital como una tercera capa”, dijo. “Si mueres, tu fantasma digital todavía seguirá existiendo. Todos sus correos y redes sociales siguen vivos", comenta Musk.
Si bien es fácil encontrar la lógica en esto, la parte más osada de la visión de Musk es la de cómo la humanidad evolucionará en el futuro –especialmente en un mundo en que los robots podrán hacer muchos de los trabajos que actualmente hacen los humanos, e, incluso, superarnos.
En un mundo así, donde un enorme número de trabajadores desempleados subsiste con un ingreso básico universal, ¿cómo encontrará satisfacción la gente?
La respuesta de Musk es que los humanos profundizaremos aún más nuestros lazos con la tecnología, hasta el punto de convertirnos en cyborgs, como una forma de mejorar nuestras inherentes capacidades naturales.
“Con el tiempo, veremos una fusión más estrecha entre la inteligencia biológica y la inteligencia digital. Todo se trata del ancho de banda del cerebro”, dijo. “Una interfaz con un gran ancho de banda al cerebro ayudará a lograr la simbiosis entre la inteligencia humana y la de la máquina, resolviendo un problema de control y de utilidad", aclaró Musk.
No es la primera vez que Musk se refiere estos temas. El año pasado, el CEO de SpaceX habló sobre la necesidad de que los seres humanos consideren la posibilidad de utilizar implantes cerebrales en el futuro para mantenerse al día con la rápida evolución de la IA –una tecnología que Musk teme podría llegar a ser peligrosa para el mundo si no se controla firmemente.
También se sabe que comparte algunas otras observaciones, digamos, interesantes sobre la vida tal como la conocemos. Este es el tipo que dice que no es imposible –y tal vez incluso probable– que el universo físico que percibimos sea una simulación gigante dirigida por una civilización alienígena más avanzada que la nuestra. Musk calcula que “la probabilidad de que estemos en la realidad base es de uno en miles de millones.”
También sugirió que destruyéramos Marte para hacerlo habitable, pero es posible que quisiéramos evitarlo por ahora, ya que los nuevos desarrollos con cohetes SpaceX podrían hacernos viajar de regreso al Planeta Rojo en menos de 10 años.
Por supuesto, tanto como amamos la idea de aumentar nuestro yo biológico con todo tipo de nuevas habilidades creadas por mejoras cibernéticas, las visiones de Musk de la Tierra del futuro también tienen sus problemas.
En un mundo en el que es ilegal conducir porque los vehículos auto dirigidos son mucho más seguros, y no hay trabajos o incluso tareas domésticas que ocuparnos, comenzar de nuevo en Marte realmente no parece tan mala idea.
Un boleto, por favor.