Así lo advierte la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. y la Fundación Europea de la Ciencia: la actividad humana en el planeta ya ha generado un alto grado de contaminación.
Desde hace varios años científicos de la NASA estudian las características del planeta rojo para determinar la posibilidad de que allí exista algún tipo de vida. Hace pocos días anunciaron que fluye agua líquida salobre en algunas partes de su territorio y eso podría acotar una búsqueda de vida extraterrestre para un perímetro más limitado y exacto.
Pero, como explicaron miembros de la Academia Nacional de Ciencias de EEUU y la Fundación Europea de la Ciencia, la vida humana no está preparada para enfrentar el desafío. Esto se debe a que el problema a enfrentar es la gran resistencia que poseen los microbios extraterrestres y la fragilidad potencial de los marcianos.
Los viajes que se han hechos han generado un alto grado de contaminación en Marte; atentando contra la búsqueda de marcianos nativos, alertaron en Scientific American.
El riesgo de contaminación no aplica solo para humanos, sino que también es una preocupación para la exploración robótica. Parece que todo intento por deshacerse de estos microbios -bañar en químicos fuertes a los robots, esterilizar salas de lanzamientos, entre otros casos- han sido inútiles, pues estos microorganismos se niegan a morir.
"No queremos ser recordados como la especie que llegó a otro planeta y arrasó con la vida existente", comentó Jorge Vago, científico argentino del proyecto ExoMars de la Agencia Espacial Europea (ESA) que se dispone a enviar una sonda a marte en 2016 y un robot de exploración en 2018.
El espectro de aquella posibilidad volvió a gravitar el lunes con el anuncio de nuevas pruebas sobre la presencia de agua en la superficie de Marte, no solo en un pasado remoto sino también actualmente.
El Tratado del Espacio Exterior de las Naciones Unidas, firmado en 1967, prohíbe la "contaminación nociva" de otros mundos con la biología de la Tierra. Una organización internacional llamada COSPAR (Comité de Investigaciones Espaciales) establece los protocolos de protección planetaria de EEUU, Europa, Rusia y otras posibles potencias espaciales.
COSPAR, como protectora del planeta rojo, ha designado zonas restringidas para soportar vida humana. Estas regiones se encuentran principalmente en el ecuador del planeta y las latitudes medias, en barrancos erosionados y en laderas empinadas. También pueden encontrarse en cuevas, debajo de las capas de hielo polar y en puntos calientes geotérmicos por la actividad sísmica o volcánica.
Para que una nave espacial y sus astronautas puedan lograr aterrizar en alguna de las regiones con cualidades propensas para la vida, se debería seguir un procedimiento estricto de esterilización, el cual hoy en día no existe. Actualmente, no existe ninguna técnica que pueda eliminar por completo los microbios.
Curiosity, el laboratorio móvil de la NASA posado en la superficie del planeta rojo desde agosto de 2012, está especialmente diseñado para detectar la presencia de microbios. Su misión consiste en recabar muestras del suelo y analizarlas a la búsqueda de "materia orgánica y condiciones ambientales que puedan haber permitido la existencia de vida, ahora o en el pasado", según la ESA.
Sin embargo, como el cirujano de un barco incapaz de operar por carecer de jabón, el robot no puede siquiera acercarse –y menos aún excavar– los surcos que aparecieron esta semana porque está demasiado sucio.
"Curiosity no está diseñado para ir a un lugar capaz de tener vida microbiana", explicó Michael Meyer, un científico del programa de la NASA de exploración de Marte. "Para eso necesitaríamos un nivel superior de limpieza", dijo.
Hasta la fecha, la primera y única misión de la NASA a Marte que de forma explícita iba en la búsqueda de vida fueron las sondas gemelas Viking, que aterrizaron en el planeta en 1976. Todas los demás misiones desde entonces se han centrado en la búsqueda de señales de vida en el pasado de Marte, en lugar de su presente.
Este planteo de contaminación no puede ser ignorado, afirman los expertos, ya que, si se quiere en algún momento hallar vida extraterrestre, se debe mantener el mejor ambiente posible para que los estudios tengan buenos resultados.
Sin embargo, hay otras alternativas que sostienen que los protocolos de protección planetarios son inútiles, pues Marte ya experimentó muchas olas de invasores terrenales.