Por este contrato la estatal de telecomunicaciones boliviana (Entel) pagará en los próximos 15 años US$300 millones a la ABE por el uso del 58% del satélite.
La estatal boliviana Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel) contrató los servicios del satélite Túpac Katari, lo que le significará un ahorro de US$80 millones en los próximos 15 años, informaron fuentes oficiales.
El contrato fue firmado en La Paz por el gerente de Entel, Oscar Coca, y el director de la Agencia Boliviana Espacial (ABE), Iván Zambrana, en un acto en el Palacio de Gobierno al que asistió el presidente Evo Morales.
En su discurso, el mandatario indicó que por este contrato la estatal de telecomunicaciones pagará en los próximos 15 años US$300 millones a la ABE por el uso del 58% del satélite.
"Si Entel usara satélites privados, pagaría US$380 millones. Con nuestro satélite de comunicación vamos a ahorrar US$80 millones y de paso solamente con Entel vamos a pagar los costos del satélite de comunicación", resaltó.
Añadió que el 42% restante de la capacidad del TKSAT-1 estará disponible para prestar el servicio al sector privado y a otras entidades estatales que lo requieran.
El "Túpac Katari" fue construido en China por la Corporación Industrial Gran Muralla con un coste de US$300 millones y fue puesto en órbita el pasado 20 de diciembre desde la base espacial de Xichang.
Además de Entel, hasta el momento han contratado los servicios del satélite el canal estatal de televisión Bolivia TV, y la telefónica privada Viva.
En abril pasado, el director de la ABE señaló que se negociaba con otras diez entidades, entre cadenas de televisión, petroleras y organismos estatales, interesadas en tener los servicios del TKSAT-1.
Zambrana también indicó entonces que el éxito del proyecto resultó siendo "mayor" al previsto inicialmente, pues se había calculado que en el primer año se ocuparía un tercio del satélite, pero ahora se ha visto que se ocupará "casi a la mitad".
Por ello, las autoridades bolivianas se han planteado la posibilidad de que Bolivia tenga un segundo satélite de telecomunicaciones, al margen del satélite de prospección que ya diseñan los técnicos de la ABE.