La actividad emprendedora en Argentina y la situación en los países menos desarrollados, son objeto de estudio de Silvia de Torres, directora del Centro de Emprendimiento del IAE Business School, quien conversó con AméricaEconomía.com sobre los principales desafíos regionales en esta área.
El emprendimiento por necesidad y el emprendimiento por oportunidad son temas de análisis de Silvia de Torres Carbonell, directora del Centro de Emprendimiento del IAE Business School de Argentina y del proyecto de investigación GEM en el mismo país.
La experta, que ha trabajado durante años para involucrar al mayor número posible de países de la región dentro del campo del emprendimiento, visitó Chile para participar en el lanzamiento del informe GEM 2009, y conversó con AméricaEconomía.com sobre la actividad emprendedora en los países menos desarrollados.
-¿Cómo ha evolucionado la actividad emprendedora en Argentina?
Cuando yo comencé en esto en 1999, en Argentina, el tema del emprendimiento todavía no era una cuestión aceptada o considerada. No porque no hubiera emprendedores, sino porque no había esta conciencia de la importancia de promover y analizar la actividad emprendedora y, sobretodo, de crear un ecosistema que ayudara a los emprendedores con potencial a superar las barreras que tienen, particularmente, por estar en países en vías de desarrollo, que son barreras adicionales a las que tiene siempre un emprendedor entre la oportunidad y el éxito en un país desarrollado. Hoy, toda Latinoamérica ha evolucionado mucho en este sentido.
-¿Cómo inculcó el espíritu emprendedor en su país, teniendo en cuenta la ausencia de un ecosistema emprendedor?
Fue gracias al proyecto GEM, que me permitió instalar el tema del emprendimiento en el país. Más que el informe en sí, el poder hacer las entrevistas a los expertos, tener el contacto con los gobiernos, universidades, proveedores de capital y con los emprendedores, es algo por lo que para mí ha sido clave este instrumento y ha servido para motivar.
-¿Cómo influyó el proyecto en este sentido?
En mi caso particular me permitió tener una herramienta, primero, de nivel internacional. En segundo lugar, de un nivel académico muy importante porque tiene toda una metodología. En tercer lugar, que tiene como base un modelo de crecimiento económico y, por último, con una comunidad de académicos internacionales que te permite progresar, algo que era bueno para el país y funcionó.
-¿Qué potencial tiene este proyecto en términos de evolución económica?
El GEM es fundamental porque te permite interactuar con escuelas de negocios, institutos y universidades de primer nivel de igual a igual, y genera muchas sinergias en investigación. Impulsa el desarrollo económico, el desarrollo de la investigación y el desarrollo de la educación en emprendimietno.
-¿Qué marca la diferencia entre el emprendimiento por necesidad y el emprendimiento por oportunidad?
Yo creo que cuando este proyecto empezó estuvo esencialmente pensado para economías desarrolladas y, de alguna manera, los investigadores entendían que los emprendedores iban a ser los países desarrollados. Pero cuando empezaron a entrar los países menos desarrollados con altas tasas de actividad emprendedora al proyecto GEM, se empezó a analizar la motivación, esto que marca la diferencia entre emprendedores por necesidad y emprendedores por oportunidad. Eso fue producto de la incorporación de estos nuevos países a la muestra y eso nos permitió entender las diferencias, incluso las diferencias de politica pública en cada país. En muchos de los países de nuestra región, la gente no tiene mayor alternativa de ingresos y entonces tiene que emprender.
-¿Cómo pueden optar a oportunidades los emprendedores sin ingresos?
A través de los negocios inclusivos, creo que es ahí donde muchos de los emprendedores de nuestra región tienen enormes oportunidades. Yo trabajo con emprendores promoviendo competencias de proyectos y, generalmente, su mercado comienza en las clases acomodadas. Yo trato de mostrarles que hay una enorme oportunidad en las bases de la pirámide, en lo que llamamos mercados inclusivos. En primer lugar, porque nuestra región tiene un mercado enorme en ese aspecto. En segundo lugar, si logras proveer productos y servicios de calidad a precios accesibles, logras una mejora en la calidad de vida de esa gente, y entonces hay un impacto social.