Hablamos con el decano de la Escuela de Negocios de Incae, la que acaba de obtener la posición Nº 2 en el Ránking de AméricaEconomía 2012, quien conversó ampliamente sobre los resultados que obtuvo su institución y los retos que tienen todas las Business Schools en América Latina.
Año tras año AméricaEconomía se sumerge al interior de las escuelas
de negocio más importantes de América Latina para construir un ránking
representativo de la región. En esta oportunidad, no sólo la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) se mantuvo en el primer puesto, sino que la costarricense
Incae logró escalar un puesto.
Para hablar sobre este logro y los desafíos que enfrentan las escuelas en la región conversamos con el decano de esta escuela, Guillermo Selva.
En el “Ránking MBA de las escuelas latinas 2012”, Incae subió un puesto y se ubicó en la segunda posición ¿Qué tipo de esfuerzos hicieron en su escuela en pos de este resultado?
Esto tiene que ver con la calidad que le entregamos a nuestros alumnos en distintas dimensiones. Primero, con la enseñanza que hemos mantenido y seguiremos potenciando con el tiempo. Segundo, con la investigación. Ésta se ha potenciado fundamentalmente debido a que las acreditadores están pidiendo mucho más desarrollo de esta área y en Incae hemos respondido de forma positiva, con más publicaciones en revistas académicas prestigiosas.
El tema de la internacionalización también ha sido importante, acabamos de incrementar el número de escuelas socias, además fuimos aceptados en el Team Network, que agrupa a las mejores escuelas del mundo. En el fondo hemos tenido una serie de avances que nos han llevado a ocupar este lugar.
Desde su perspectiva ¿qué aspectos falta desarrollar al interior de Incae para que en el futuro puedan ocupar el primer lugar del ránking?
Para nosotros Incae es la primera, nuestra escuela siempre ha sido muy fiel a su misión, ha estado cerca de los países y las comunidades a las que sirve. Nosotros no nos consideramos la escuela típica de negocios, porque contribuimos a la sociedad, enseñamos y hacemos investigación con calidad académica que tienen como fin último impulsar la región.
Entre los alumnos que participaron en la encuesta de AméricaEconomía, sólo un 5% declaró estar interesado en especializarse en RSE, ¿qué opina sobre esto, tomando en cuenta que su escuela potencia esta área?
A pesar de estos resultados, para nosotros es una sorpresa muy agradable ver que las nuevas generaciones son muy sensibles al tema social y empresarial, y están participando activamente.
Por ejemplo, acabamos de tener la graduación y en esta ocasión cientos de estudiantes tomaron el juramento del MBA donde se comprometen a ser éticos, responsables, a no discriminar, a mantener una conducta de los valores más honestos en su desempeño como gerentes y empresarios, y eso es es algo que nos enorgullece enormemente.
Nuestra escuela ha sido pionera en el mundo en los temas relacionados con la gerencia de recursos naturales y ello ha ido evolucionando a un marco más amplio de desarrollo sostenible y responsabilidad social con el tiempo.
El 4,3% de los entrevistados afirmó que se inscribe en un MBA para adquirir habilidades blandas. Sin embargo, una de las mayores críticas que ronda el ambiente académico tiene que ver con que estas destrezas se desarrollan en la práctica ¿cómo cree que un estudiantes puede, mediante un MBA, desarrollar esto?
Esta es una perspectiva nueva que surgió en EE.UU. antes de la crisis. En este país muchas escuelas ya llevan varios años con un currículum nuevo que se ha adaptado a las necesidades de los estudiantes. Y en el caso de América Latina este proceso también está sucediendo actualmente.
Y a pesar de que esto tiene que ver con lo que está pasando en el mercado va más allá, con el hecho de que el conocimiento cada día es mayor y frente a esto las escuelas deben potenciar a sus estudiantes para que puedan ser efectivos en un ambiente de gran volatilidad. Entonces el énfasis debe pasar del desarrollo de puro conocimiento a otro tipo de habilidades y valores.
De ahí que las escuelas de negocios a nivel mundial están en este proceso de introspección, de identificar cuál es la nueva forma de enfrentar este reto.
El 27% de los encuestados afirmó que se sentiría honrado de dictar clases en Incae ¿por qué cree que dijeron esto? ¿además de prestigio que más debe tener una escuela para atraer a docentes?
Esto se debe a que nuestros fundadores aspiraron a tener los mismos criterios y valores de Harvard, Stanford y el MIT. Obviamente por muchos años Incae fue la única escuela de América Latina con programas de tiempo completo, entonces hay un reconocimiento de parte de la sociedad hacia ese modelo único en esta región.
Y a nivel general ¿cuáles son los principales retos de su escuela en particular y de todas las b-schools en América Latina respecto a la crisis económica que azota el mundo o los problemas éticos que hoy enfrentan los docentes que tienen algún grado de participación en el mundo empresarial?
Nuestros profesores en algunos casos son empresarios, pertenecen a juntas directivas y hacen consultorías, no se apartan de la realidad práctica, pero su misión principal está con Incae. Entonces obviamente, los retos no los vemos en nuestra propia facultad, sino más bien en el exterior, en cómo nuestra institución se adapta a las nuevas generaciones, a los cambios en materia de tecnología y los nuevos valores. Hacia allá debemos apuntar, en cómo somos capaces de cambiar nuestras metodologías de enseñanza y el manejo de la transmisión de conocimiento.
Además, para las escuelas en general los cambios curriculares, la infraestructura y cómo se maneja la incertidumbre y la diversidad, también son temas importantes. Es precisamente ahí ahí donde debemos poner énfasis actualmente.