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"Las crisis llevan siglos existiendo y seguirán existiendo"
Lunes, Enero 25, 2010 - 14:41

En entrevista con Wharton University, el académico Franklin Allen afirma, que pese al renovado crecimiento de su PIB, EE.UU. aún no ha salido de la crisis y que podría, incluso, aproximarse a un escenario en forma de W y caer nuevamente en recesión.

A pesar del renovado crecimiento de su PIB y otras señales positivas, según el profesor de Finanzas de Wharton, Franklin Allen, Estados Unidos aún no ha salido de la crisis. De hecho, el país podría estar aproximándose a un escenario “en forma de W”, esto es, podría caer en breve de nuevo en una recesión.

Esto depende de cómo se comporten en los próximos meses -o incluso años- una serie de factores, no sólo en Estados Unidos, sino también en el resto del mundo. Tal y como señala el experto en una entrevista reciente con Wharton University, tanto las políticas globales sobre tipos de interés, los mercados inmobiliarios o los déficit públicos serán factores a tener en cuenta.

-Muchos expertos parecen creer que en Estados Unidos la recesión llegó a su fin, ¿qué cree usted?
Probablemente tienen razón. La cuestión es si vamos a experimentar “una W” (o double dip) y Estados Unidos va a volver a entrar en recesión.

-¿Qué factores podrían hacer volver a una recesión?
Vivimos en un mundo tan interdependiente que lo que ocurra en el resto del mundo será también importante para Estados Unidos. En Asia hay buenas y también malas noticias. Las buenas noticias son que parece estar creciendo. Las malas noticias son que está teniendo problemas con las burbujas. Por ejemplo, en Singapur en el tercer trimestre los precios de la vivienda aumentaron un 16%, una cifra sorprendente dado el estado de la economía mundial y lo afectada que quedó la economía de Singapur por la crisis financiera. Los observadores han subrayado la llegada de maletines llenos de dinero desde China o Indonesia. Ésta es tan sólo una señal de parte del problema al que nos enfrentamos. Los bancos centrales se han vuelto locos ofreciendo créditos y liquidez, lo cual ha frenado la crisis, tal y como ocurría también en 2003 y 2004. Pero esto también está plantando las semillas para una futura crisis, que es lo verdaderamente preocupante.

-¿Cuáles son las señales de que se ha salido de la crisis?
El PIB está creciendo, que es lo principal, y a los mercados financieros les va mucho mejor. Aunque existen serias dudas sobre qué parte del crecimiento del PIB se debe a la política monetaria expansiva y la mera impresión de gran cantidad de dinero por parte de la Reserva Federal. Pero potencialmente ésta es una buena noticia. También hay otras cuantas cosas buenas. Los mercados inmobiliarios parecen estar estabilizándose y el desempleo al menos parece no estar cayendo tan rápido como en los últimos meses, lo cual es una señal muy positiva.

-La Reserva Federal parece estar retirando algunos de los programas que puso en marcha, ¿es el momento adecuado para hacerlo?
En mi opinión eso es lo que debía haber hecho desde un principio. Básicamente es demasiado tarde. Pero será un problema cuando empiece a retirar los programas y presumiblemente, en algún momento, suba los tipos de interés. Esto pondrá de manifiesto la fortaleza del sistema financiero. Al igual que hicieron durante la crisis, ahora mismo los burócratas de la Reserva Federal apoyan de manera efectiva el sistema, pero con tipos de interés tan bajos también están de manera efectiva proporcionando subvenciones, en particular a los bancos.

-Con tanto apoyo por parte de los bancos, ¿por qué sigue la gente quejándose de las dificultades para pedir dinero prestado?
En toda crisis de crédito siempre se plantea la misma cuestión: ¿en qué lado del mercado surgen los problemas? ¿Es que la gente no quiere pedir prestado dinero o es que la gente no quiere prestarlo? Normalmente es un poco de todo. Pero siempre hay un grupo que quiere endeudarse y ese es el grupo al que los bancos no quieren dejar dinero porque son precisamente los que atraviesan dificultades. Este es el motivo por el que necesitan pedir dinero prestado y ese es el motivo por el que a nosotros nos llegan historias de personas que no pueden acceder al crédito. Estoy seguro de que muchas empresas quieren endeudarse, pero no pueden. No obstante, en el actual entorno económico es cuestionable cuantas empresas quieren invertir y pedir prestadas grandes cantidades de dinero. Simplemente no es un buen momento para invertir o endeudarse.

-Uno de los problemas al que apenas se ha prestado importancia es el déficit. ¿Es realmente importante luchar para reducirlo?
El punto de vista convencional es que necesitamos hacer algo con el déficit, pero todavía no; tal vez dentro de un par de años. Hay algo de cierto en esto, pero no deja de ser preocupante en el medio y largo plazo. Aún tenemos los problemas de largo plazo de la generación del baby boom, incluyendo los gastos médicos y la seguridad social. A medida que suban los tipos de interés será mucho más costoso para el gobierno financiar todo esto. Y como nuestra deuda alcanzará niveles cercanos al 100% del PIB en un relativamente corto periodo de tiempo, cada punto porcentual de los tipos de interés significa otro punto porcentual del PIB que tenemos de devolver en forma de intereses.

-El Presidente de la Fed, Ben Bernanke, dijo que al observar la crisis en retrospectiva, las causas guardaban más relación con la laxitud de las regulaciones que con la política federal de bajos tipos de interés. ¿Está usted de acuerdo?
No estoy de acuerdo con Bernanke. La Reserva Federal evita por todos los medios asumir culpa por la crisis, están ocurriendo muchas cosas en el Congreso que le dejarían sin poderes y sin responsabilidades. Es culpable doblemente, ya que estaba supervisando y vigilando muchos de los bancos que concedían hipotecas. Tiene muy difícil su defensa. En mi opinión, los bajos tipos de interés eran el principal problema. Y la prueba está en que no sólo Estados Unidos ha tenido problemas. España tenía una regulación bancaria muy buena y no concedió hipotecas irresponsables a individuos que no cumplían los requisitos estándar. No obstante se enfrentó al mismo tipo de problemas, e incluso peores, porque allí la burbuja fue mayor.

-¿Continuará el renacimiento del mercado bursátil en EE.UU. y otras partes del mundo?
Esta es, de nuevo, parte del problema de la existencia de políticas monetarias expansivas. Suelen inflar el mercado de valores y crear burbujas. Esto es lo que está ocurriendo ahora mismo. Simplemente hay demasiado dinero fácil. Cuando la Reserva Federal empiece a restringir la oferta monetaria descubriremos si la bolsa ha sido impulsada por un fenómeno monetario. La mayoría de los economistas niegan que exista vínculo alguno entre las políticas monetarias y el precio de los activos. Pero esa va a ser la gran cuestión.

-En cuanto a China, recientemente se han oído muchas historias sobre su recuperación ¿Cree que ha sido así?
China tiene dos enormes ventajas. La primera es que disfruta de una fuerte posición fiscal. Tiene una deuda relativamente baja en comparación con la mayoría de las grandes economías. Esto le da capacidad para prestar y gastar grandes cantidades de dinero. La segunda es que aún tiene un elevado control de su economía. Posee una gran parte del sector industrial, bancario y muchos otros. Esto significa que puede estimular la economía fácilmente. Sin embargo, uno de los problemas es el creciente precio de la vivienda en Pekín y Shanghai. ¿Están causando una burbuja? Y si estalla, ¿el país va a tener problemas? Debe empezar a construir algo más que meras infraestructuras, para empezar a crear infraestructura humana en términos de educación, salud y ese tipo de cosas.

-¿Hay alguna lección que occidente pueda aprender del modo en que China está respondiendo a la crisis?
Estaría bien que, por ejemplo, tuviésemos bancos de propiedad del Estado que pudiesen competir con el sector privado. Muchos países que sufren crisis frecuentes disponen de este tipo de bancos, de forma que cuando las cosas se ponen feas no tienen que depender del banco central para convertirse en un banco comercial y tomar decisiones de crédito. Un motivo por el que China se comportó tan bien fue que posee grandes bancos y que supo dirigirlos, algo que no se puede hacer en un sistema financiero privado. No creo que debamos replicar el sistema chino, pero tal vez podríamos parecernos un poco más a él.

-En su opinión son muchas las señales positivas, ¿le preocupa aún lo que ocurra el próximo año?
Sí, aún me preocupa. Hay señales negativas en EE.UU. y en Europa. En Asia la mayoría de las señales son positivas. Nuestra visión del mundo ha cambiado; EE.UU. no había tenido crisis económicas en los últimos 40 años. Ahora ese mundo ha dejado de existir. ¿Cuándo tendrá lugar la próxima crisis? ¿Tenemos ahora un mundo en el que nadie es inmune a las crisis? No creo que la gente lo haya asimilado. La gente piensa que algunos problemas en el sector hipotecario han sido los causantes de la crisis. Pero si hay algo que debiéramos aprender es que las crisis llevan siglos existiendo y que seguirán existiendo. Simplemente han vuelto con nosotros de un modo que hacía tiempo que no habíamos visto.

Autores

Wharton University