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Ravi Belani: “El emprendimiento se duplicará en los próximos cinco años”
Martes, Enero 14, 2014 - 08:03

Acelerador de empresas de alto potencial, académico y mentor de jóvenes empresarios, el estadounidense Ravi Belani considera que la enseñanza y la tecnología cambiarán al mundo. A su vez, observa especialmente a América Latina, pues considera que "culturalmente sería un buen ecosistema para inversionistas y emprendedores".

"Latinoamérica se parece mucho a Silicon Valley, antes del boom", comenta Ravi Belani al iniciar la entrevista.

Es poco lo que ha visto de la región, reconoce, pero ya se está formando una idea del potencial de la zona. Un potencial necesario para la expansión de su negocio: acelerar startups y verlos tener éxito. Belani vino a Chile invitado por el Instituto de Innovación Interdisciplinaria (Icubo) de la Universidad del Desarrollo.

-¿Cuánto conoce del entorno emprendedor Latinoamericano? ¿cuáles son sus fortalezas y debilidades?

He estado en Colombia, Brasil y Santiago de Chile, donde he visto gente muy apasionada de lo que hace, muy auténtica. Creo que hay que fijar más la atención en esta región y la clave es continuar desarrollando el talento: en América Latina existen excelentes ingenieros y no me caben dudas que desde acá surgirá el próximo Skype o una empresa de mil millones de dólares.

Considero que existe mucho potencial para hacer innovación y en ese sentido supera a Silicon Valley, porque hay más diseño y productos centrados en el consumidor. Lo que está faltando es una estrategia híbrida en conjunto con Silicon Valley o Londres donde exista capital y mentores, porque lo que esta macro zona necesita es inversión y mentoreo. También se debe hacer énfasis en innovación tecnológica, pero creo que eso vendrá con el tiempo.

-Eres parte de una aceleradora e incubadora en Silicon Valley denominada El Alquimista ¿Cuál es tu rol en ella y cómo se trabaja allá?

Tenemos un staff de siete personas y , además, cerca de 25 mentores. Nos relacionamos mucho con Stanford debido a que hay académicos de Stanford que trabajan con nosotros, muchos de nuestros emprendedores provienen de ahí y además los inversionistas que nos apoyan son de Silicon Valley, pero nuestra aceleradora es independiente de la universidad. 

El foco de nuestra aceleradora es trabajar con startups para empresas, básicamente buscamos compañías que sean B2B y disrruptivas.
Trabajamos con “generaciones” de emprendedores por un semestre y hasta el momento los hemos graduado para recibir a grandes inversionistas: cerca del 55% de nuestros emprendedores están recibiendo inversiones seis meses después de haber dejado El Alquimista, lo que es una cifra bastante alta, y están recibiendo un promedio de dos millones de dólares por sus productos y servicios que, como destacaba, son fuera de lo común. 

Por ejemplo, aceleramos una empresa llamada Cambrian Genomics, que “imprime” DNA, literalmente pueden imprimir en 3D nuevas formas de vida, como plantas con cualidades luminiscentes, algo que en la naturaleza jamás había existido. Ellos ya han recibido 4 millones de dólares en inversiones. También hemos acelerado a empresas que manejan el Big Data.

-¿Qué logros y desafíos pueden mostrar hasta ahora?

Creo que el mayor logro es la calidad de las empresas que han salido de nuestra aceleradora y la validación que han tenido mediante los inversionistas que han creído en ellas. 

Los principales desafíos tienen que ver con el cómo hacer crecer a El Alquimista pero sin perder el foco en la calidad, dado que en cada clase o generación nos enfocamos a un máximo de 13 emprendimientos. Tenemos muchos mentores e inversionistas y cada empresa los requiere en altas cantidades y por eso es un gran desafío poder llegar a más empresas sin perder esa calidad. Cómo internacionalizarnos, cómo llegamos a otros países y cómo encontramos a inversionistas internacionales. 

Aún no hemos definido la forma, estamos pensando en un híbrido que se relacione con una estrategia local, con fuerte asociación con Silicon Valley, pero además hay que determinar cómo salir a nuevos mercados, quizás mediante becas o pasantías.

-Considerando que desde Stanford surgieron empresas como Google, ¿cuán importante es el tema del emprendimiento ahí y cómo se aborda, tanto con académicos como con estudiantes?

Existe un gran debate sobre si el emprendimiento se puede enseñar o no. La Universidad de Stanford se orienta mucho hacia el emprendimiento, dado que tuvo un rol clave en la creación de Silicon Valley, comenzando una relación simbiótica con las empresas que nacieron ahí, con los académicos y estudiantes. Y por esa historia relevante es que en Stanford existe una serie de programas, instituciones y clases orientadas al emprendimiento, donde se combinan clases teóricas y prácticas, de pasantías y prácticas que permiten obtener experiencias reales sobre la realidad de la industria. 

También existe el Stanford Technology Ventures Program (STVP), que une a los estudiantes con inversionistas y consumidores: en programas de 12 semanas los estudiantes desarrollan sus ideas, las presentan a inversionistas reales, tienen acceso a la innovación que está ocurriendo en Stanford, obtienen feedback de consumidores potenciales, entre otras actividades interesantes donde se trae el mundo real al salón de clases. Pero la intención principal es educar, no crear compañías. 

Personalmente creo que la principal lección de todo esto es que puedes ser emprendedor de muchas maneras. Quizás mucha gente nunca llegue a ser emprendedor, a fundar su propia empresa, pero de todas formas al aprender sobre emprendimiento lo podrán aplicar en sus trabajos, porque en Stanford ser emprendedor significa cómo ir tras las oportunidades, más allá del control de los recursos económicos y humanos, cómo conseguir algo cuando no tienes nada con lo cual comenzar.

-El Wall Street Journal publicó recientemente que sólo en Nueva York hay dos mil startups activas, algo así como 10 veces más que las que existían hace una década. Dado que el fenómeno es parecido a un boom, ¿cree que corremos peligro de estar viviendo en una "burbuja del emprendimiento" que pueda explotar pronto?

No, al contrario, el emprendimiento solamente va a aumentar. No creo que sea una burbuja, creo que es una expansión. Y no creo que sea frágil o que vaya a colapsar, sino que va a ser más fuerte cada vez. Y la razón de esto es que la tecnología está mejorando. La Ley de Moore dice que cada año y medio la capacidad de los computadores se duplica y por el mismo valor económico, y esto se está acelerando y profundizando. Lo que costaba 5 millones de dólares hace diez años hoy cuesta 50 mil, y es una tendencia que continuará en la próxima década. 

Hace diez años era necesario gastar miles de dólares en construir una plataforma, hoy puedes arrendar un servidor, emplear las redes sociales para realizar el marketing y distribución de un producto. Hay más de una manera de hacer más por menos dinero, debido a que ya no existen las barreras que habían hace unos años. Y eso es bueno para el mundo. El emprendimiento va a transformar al mundo para mejor. Es preferible tener pequeñas organizaciones que grandes corporaciones que necesitan ciclos de desarrollo más prolongados. Hoy las cosas no son tan caras y es preferible tener pequeños agentes (económicos).

Para mí, lo lógico es ser emprendedor y lo ilógico es trabajar para alguien más: si creas tu propio producto, lo harás mucho mejor que si lo estuvieras desarrollando para alguien más. 

Creo que las grandes corporaciones no van a existir en la próxima década, serán algo virtual. El mismo individuo es mucho más feliz en pequeños grupos que en grandes organizaciones, y los productos serán mejores gracias a la expansión de la Ley de Moore. 

De modo que 2 mil emprendimientos es sólo el comienzo. La cifra de emprendedores se va a duplicar en los próximos 5 años.

-Desde la perspectiva de un acelerador, los emprendimientos generalmente fracasan por no tener clara una estrategia o visión. ¿Cómo se les puede apoyar para que no fallen debido a eso? ¿En qué etapas hay que intervenir?

Creo que el principal problema de las stratups radica en la visión. Casi todas tienen excelentes ideas pero con el riesgo del tiempo, de poder encontrar un mercado que les permita invertir y crecer. El principal problema es que puedes estar muy adelantado o demasiado tarde. Por ejemplo, no hay apoyo ni respuesta de parte del mercado y la la tecnología aún no es suficientemente barata. Todos son temas que tienen que ver con los tiempos. Y con eso me refiero a encontrar el primer mercado en el que la compañía se insertará, lo que se denomina “market fit”: dónde pueden conseguir dinero en el corto plazo con la intención de crecer y llegar a ser una empresa millonaria. Y quien sea mentor de empresas debe tener la capacidad de ser bifocal, ver tanto el corto como el largo plazo.

-Al revés, debe haber alguna etapa de una startup donde a pesar de todo el esfuerzo, es la idea de negocio la que no funciona. ¿Cómo y cuándo es la mejor estrategia para que el golpe sea menos doloroso?

Es una pregunta difícil de responder porque por un lado creo que el emprendedor debe estar enfocado y ser básicamente testarudo, ya que siempre habrá una serie de razones y de personas que intentarán echar abajo tu idea, y debes perseverar en ella. Pero al mismo tiempo debes tener la capacidad de comprender cuándo debes cambiar debido a que tu idea o producto no va a funcionar.

De modo que mi consejo es que un emprendedor debe ser obsesivo si sabe que su idea va a funcionar. Por una parte es muy bueno ser persistente y no creo que pivotear sea muy saludable, creo que en general la gente está pivoteando demasiado, porque si vas por un mercado tienes que mantenerte enfocado, y el cambio cuesta mucho en términos de recursos financieros y humanos.

La clave para mí como mentor es tener los ojos bien abiertos, no renunciar, perseverar, porque a veces si las cosas no están funcionando es un desafío. Ser emprendedor no es un trabajo. No se es emprendedor porque sí, es porque tienes una idea que te está volviendo loco. Es tener una pasión tan grande que la vuelcas hacia la formación de tu propia compañía y porque quieres ser diferente al resto.

Ser emprendedor es como tener una vocación. Si no tienes esa vocación, esa flama interna, entonces ve y trabaja para alguien que sí la tenga. Lo relevante es que esa pasión sea constante.

-Has sido mentor de emprendedores y mentor de mentores. ¿Qué experiencias rescata de ello?

Ser mentor y ayudar a otros es una de las mayores emociones que te da la vida. Yo soy profesor y el mejor regalo que puedes dar es servir, el dinero está bien, pero el mayor placer está en servir a otro, y el mayor servicio posible es dar ayuda. Para mí uno de los mayores goces es poder encontrar a gente que ha fundado compañías y transformarlos en mentores de otras empresas, de modo que personas con éxito permitan que otros también tengan éxito. Eso es algo muy reconfortante, porque no es algo que sea para mí, sino que es ver reflejado mi esfuerzo en que toda una generación de startups se replique. 

Creo que la felicidad proviene del servicio a los otros y es por eso también que considero que Latinoamérica culturalmente sería un buen ecosistema para inversionistas y emprendedores.

Autores

Gwendolyn Ledger