Oren Simanian es CEO de StarTau, el Centro de Emprendimiento de la Universidad de Tel-Aviv. En entrevista con AméricaEconomía habla acerca de los principales objetivos del programa y sobre los desafíos de la innovación y la inversión en la actualidad.
Israel destaca por ser uno de los países que más recursos destina a la investigación científica dentro de las Fuerzas de Defensa de Israel. Los militares se encargan de transferir la tecnología aplicada en diversos sectores productivos de la sociedad.
El centro StarTau se creó el año 2009 como una organización sin fines de lucro e independiente, que ayuda a las empresas y emprendedores de diversas áreas de negocios a potenciar ideas. Simanian cuenta cuáles son las principales características del Centro de Emprendimiento y la realidad actual.
¿Podría hablarnos sobre StarTau?
StarTau es el Centro de Emprendimiento de la Universidad de Tel Aviv. Este centro se creó con el fin de ofrecer una variedad de servicios especializados para apoyar a aspirantes a empresarios de Israel y para ayudar a gestionar la innovación en el país. El equipo incluye expertos en medios de comunicación social, desarrollo de negocios y gestión de proyectos para todos los sectores de la sociedad. El proyecto busca incluir a todas las personas y las minorías, otorgándoles pleno apoyo de la universidad en sus ideas.
StarTau es actualmente el centro de operaciones con espíritu empresarial más grande en el país. Israel es el tercer mayor número de empresas que operan en Wall Street después de los EE.UU. y Canadá. Tiene la tercera tasa más alta de la iniciativa empresarial y el mayor número de nuevas compañías en el mundo.
¿Cuál es el principal objetivo de StarTau?
El objetivo de StarTau es construir una plataforma sólida para los aspirantes a empresarios y conectarlos con el mundo de los negocios proporcionando las herramientas necesarias para tener éxito. El Centro fomenta el espíritu emprendedor en Israel y ayuda a las mentes creativas a desarrollar ideas originales en empresas exitosas.
StarTau coordina eventos, sesiones de formación y seminarios. Además capacita a los negocios uno a uno y realiza tutorías para las nuevas empresas.
En la actualidad nos estamos centrando en K2K -conocimiento por conocimiento- en el desarrollo por asociaciones de todo el mundo.
¿Este proyecto responde a la necesidad de generar diálogo entre los empresarios?
Creamos empresarios de red abierta, inversionistas y proveedores de servicios. Estamos trabajando cada día en nuevos programas con el fin de conectar la industria, la academia y el sector privado.
¿Cómo se ve el tema de emprendimiento en América Latina?
Me he juntado con muchos empresarios, pero es difícil decir quién es bueno o a quién le irá bien. Es difícil definir el éxito en un comienzo.
Por lo que sé en Latinoamérica, Chile es el país más proactivo de acuerdo al apoyo público. En Brasil hay muchas incubadoras y aceleradoras, pero Chile es sin duda el mejor lugar para vivir y crear una empresa al mismo tiempo.
A su vez, en Israel tienen la mayor inversión de capital de riesgo, los cuales siempre invertirán en emprendimientos más rentables a corto plazo. ¿Esto puede de alguna manera hacer que proyectos más bien sustentables o responsables con el medio ambiente sean dejados de lado?
En Israel la situación es muy diferente, porque el mercado tiene mucha experiencia y la gente sabe cómo establecer sus compañías. Ellos saben cómo y dónde invertir, y saben cuando existe un buen ROI. Lo que buscan actualmente los inversionistas son ideas MVP y mercados de software.
Varios militares en Estados Unidos se inscriben en programas de MBA para complementar ciertas habilidades que poseen. ¿Considera que un hombre con experiencia militar puede ser jefe en una empresa y liderarla?
En mi opinión no creo que haya una relación directa entre los buenos comandantes y los buenos gerentes. Hay una diferencia enorme entre servir en unidades tecnológicas del ejército y las habilidades que uno puede adquirir mediante la gestión, poniendo en práctica los conocimientos que pueden ser utilizados en la empresa. Igualmente recomiendo contratar a ex-militares. Los soldados tienen una experiencia relevante que pueda ayudar en las empresas.
Se dice que los capitales de riesgo cada vez invierten menos, quizá aquejados por la crisis, y que los Business Angels toman más fuerza, ¿cómo ve esto?
Los capitales de riesgo están buscando acciones de salida / oferta pública inicial /acciones de navegación. Prefieren no correr riesgo, porque no muchas logran convertirse en compañías estables. En este sentido el capital privado es mejor.
Los inversores privados son capaces de ser más flexibles en cuanto a las decisiones a la hora de invertir. Cuando el ROI de los capitales de riesgo no es el esperado, se destina la creación de un nuevo modelo.
¿Crees que los militares tienen lecciones para enseñar en el mundo de los negocios? ¿Cuáles serían?
En el ejército se obtienen diversas habilidades empresariales como por ejemplo: visión, enfoque, audacia y riesgo.
Los emprendedores y directivos necesitan ambas cosas, pero hay mucho que aprender de ambos lados (militar y ejecutivo). El ser un buen directivo depende de la estabilidad y no sólo de la creatividad.
Muchos se quejan que es complicado reunirse con inversores debido a la burocracia, que tarde o temprano dificulta el emprendimiento. ¿Considera esto una piedra de tope o se trata de un problema que se puede observar solo en América Latina?
Creo que hay ciertas limitaciones, por ejemplo, es difícil abrir una cuenta bancaria si eres extranjero. Los inversores privados aún no han desarrollado una completa red. El inglés es también una barrera, aunque la buena dirección y los buenos actos son bien vistos. Creo que no se puede comparar a Chile con Sudamérica en los asuntos positivos.
Todos los países están haciendo grandes esfuerzos y tomando riesgos en el emprendimiento, pues finalmente es parte de los grandes desafíos.