Uno de los aspectos más importantes de la iniciativa es que es apoyada directamente por el Estado, que ha invertido 130 mil euros para comprar unos 750 e-readers (tabletas electrónicas para leer libros digitales).

Madrid. Imagine que en una de sus visitas a la biblioteca más cercana en lugar de llenar su maleta con cinco o diez libros pesados, pudiera tomar prestada una liviana tableta de lectura digital. Aunque pueda sonarle a una posibilidad aún muy lejana, en España ya se está llevando a cabo. Desde hace menos de un mes, varias bibliotecas públicas han acogido el uso y préstamo de libros digitales. El procedimiento es muy sencillo, la persona se registra y puede llevarse un lector con libros cargados durante 15 a 45 días.

La iniciativa empezó en la biblioteca central de Cantabria, en la cual están circulando 184 textos electrónicos desde el 3 de enero de este año. La próxima en unirse a esta onda será la biblioteca de Huelva, que comenzará a utilizar los lectores a partir del 21 de febrero. Para el final del mes se espera que las otras 13 bibliotecas que pertenecen al proyecto comiencen a prestar estos libros, lo que quiere decir que lectores de ciudades como Madrid, Mérida, Oviedo, Valencia y Zaragoza, tendrán la posibilidad de usar el nuevo recurso.

Uno de los aspectos más importantes de la iniciativa es que es apoyada directamente por el Estado, que ha invertido 130 mil euros para comprar unos 750 e-readers (tabletas electrónicas para leer libros digitales). Se espera que el servicio de libros digitales se extienda a las 54 bibliotecas públicas a lo largo de este año.

Aunque hasta ahora la iniciativa ha tenido gran acogida por el público, se han hecho ya algunas críticas a su funcionamiento como, por ejemplo, que los libros disponibles se pueden descargar fácilmente de páginas web como el Instituto Cervantes o Google Libros. Esto se debe a que, para empezar, las bibliotecas han preferido prestar textos clásicos que no tengan problemas de derechos de autor, además quieren familiarizar a sus lectores con esta nueva tecnología ya que según una última encuesta de la Federación Gremio Editores sólo el 5.3% de los españoles leen actualmente en e-readers.

La directora de la biblioteca de la Rioja, Lola Ramírez, explicó al diario El País, que hay una solución simple al problema señalado, “una plataforma digital a la que puedan acceder las bibliotecas, comprar los libros y ponerlos a disposición del usuario". De esta forma se podrán prestar textos mucho más recientes, o incluso, nuevos. Lo cierto, es que la incursión de las bibliotecas digitales en esta nueva tendencia de los e-readers es el inicio para que los usuarios que hayan cambiado las hojas de papel por las tabletas tengan cada vez más opciones para estudiar, informarse y disfrutar de sus tiempos de ocio.