La japonesa Fuji Pigment desarrolló un elemento que puede funcionar correctamente a largo plazo, una de las dificultades de esta tecnología, sin dejar de lado las ventajas que proporciona.
Por Pablo G. Bejerano para Think Big. La industria electrónica está ansiosa por desembarazarse de la dependencia que tiene de las baterías de ion-litio. Cada vez más productos son portátiles o móviles y la tecnología energética actual no está preparada para soportar los usos a los que se destinan los dispositivos. El usuario demanda que su smartphone aguante más o que si se va a comprar un coche eléctrico este tenga mayor autonomía. Por el momento el ion-litio no está dando una respuesta plenamente satisfactoria y por este motivo se están investigando otras opciones.
Entre estas se encuentran las baterías basadas en metal y aire, como la de zinc-aire, litio-aire o la de aluminio-aire. Cuentan con una gran densidad energética, pero tienen algunas desventajas. En concreto, la batería de aluminio-aire ve como su ánodo se degrada muy rápidamente, en los primeros modelos construidos incluso liberaban gas de hidrógeno.
La compañía japonesa Fuji Pigment, especialista en materiales, ha logrado crear una batería de aluminio-aire que solucione este problema de degradación. De esta forma puede funcionar correctamente en el largo plazo, una de las dificultades de esta tecnología, sin dejar de lado las ventajas que proporciona la densidad energética. La duración de cada ciclo es de dos semanas.
La degradación de una batería de aluminio-aire se produce cuando esta se recarga. El ánodo de aluminio se consume al entrar en contacto con el oxígeno, dando lugar a hidróxido de aluminio. Este es un subproducto de la reacción química, que si bien puede reciclarse para crear un nuevo ánodo de aluminio no impide que en el futuro se tenga que colocar un nuevo ánodo.
El desarrollo de Fuji Pigment está basado en el trabajo del científico japonés Ryohei Mori, orientado a mejorar el rendimiento de las baterías aluminio-aire, alargando su vida útil. Y es que esta tecnología se empieza a degradar normalmente después del primer ciclo de carga. Sin embargo, si se coloca otra batería de aluminio-aire al lado de la primaria se logra mitigar la acumulación de subproductos que habitualmente lastran la capacidad energética.
Fuji Pigment no ha indicado con qué frecuencia hay que colocar un nuevo ánodo de aluminio en su batería, pero sí ha expresado su deseo de comercializar el producto este mismo año, con lo que el desarrollo tiene que estar apuntalado. No es la única solución que se propone como alternativa al ion-litio. El grafeno es otro de los materiales sobre los que se está investigando con el fin de dar con una solución al problema de la poca autonomía, así como el litio puro, que permitiría mejorar en un 300% la duración en comparación con los estándares actuales.