HORSE es una invento capaz de convertir la basura derivada de los alimentos en energía y fertilizantes para el campo.
Por Pablo G. Bejerano para Think Big. La basura se puede dividir en muchas secciones para su reciclaje. El papel y el cartón es uno de los tipos de desperdicios más propensos a reciclarse, al igual que los plásticos. Sin embargo, lo que se suele calificar de basura orgánica es un gran cajón de sastre donde caben desperdicios de muy distinta clase. Un equipo de la empresa Impact Bioenergy ha creado una máquina que permitiría hacer una nueva separación, todos los restos de comida se podrían reciclar en ella.
El HORSE, como así han llamado a esta máquina (unas siglas que salen del verdadero nombre, High-solids Organic-waste Recycling System with Electric output), es capaz de asimilar cualquier tipo de resto alimenticio y, tras un proceso químico, devolver energía y líquido fertilizante para los cultivos.
Sus creadores afirman que es capaz de reciclar hasta 25 toneladas al año de desperdicios, dando como resultado alrededor de 20.440 litros de líquido fertilizante y 37 MWh de energía. HORSE está destinado a agricultores, que en ocasiones se deshacen de grandes cantidades de compuestos orgánicos, y a negocios en las ciudades como restaurantes e incluso edificios de empresas, hospitales, colegios.
En la máquina se puede depositar cualquier tipo de resto de alimentos, desde carne a pescado, pasando por productos de consumo diario como el pan y siguiendo con fruta, verduras o azúcar. Los pequeños huesos y espinas también caben en HORSE, así como el aceite, ese que nunca sabemos dónde tirar. En definitiva los creadores de la máquina aseguran que se puede arrojar en ella cualquier cosa que darías de comer a un caballo; de ahí que hayan rebuscado en el nombre del invento para dar con esas siglas.
Aunque HORSE también asimila algunos materiales que quizá un caballo no se coma, como servilletas, papel de cocina o cáscaras de huevo, sin olvidar el alcohol, que un equino seguramente se beba, otra cosa será cómo le siente.
Impact Bioenergy ha concebido su máquina como una forma de combatir la polución y el cambio climático y reducir la cantidad de basura desde un punto de vista local. Los creadores también pregonan el ahorro de dinero, al utilizar (o vender) el líquido fertilizante y la energía que se genera. Por ahora la empresa ha lanzado una campaña en Kickstarter para financiar la construcción de los primeros modelos no prototipos y ponerlos en funcionamiento.