El proyecto Mars One ya cuenta con más de 660 voluntarios seleccionados para volar al planeta rojo y no regresar nunca.

Esta semana, el ambicioso proyecto para colonizar el planeta rojo "Mars One", presentó un video que reúne a algunos de los 660 voluntarios que ya están seleccionados en las primeras etapas para viajar y vivir en Marte.

Las imágenes, grabadas por el cineasta Peter Savodnik y presentadas por el medio The Guardian, muestran las historias de tres de estos candidatos que esperan convertirse en las primeras personas en vivir en este planeta, sin regresar nunca más a la Tierra.

El video, que tiene una duración de 10 minutos, lleva por nombre "If I Die on Mars" ("Si muero en Marte", en español) se adentra en la vida de estos tres voluntarios y sus entusiasmo por explorar el planeta rojo, como también su motivación para dejar nuestro planeta.

En este video se puede ver a un médico de Mozambique, una estadounidense de origen iraquí y un estudiante inglés, quienes responden preguntas tan simples como "qué piensas sabiendo que en Marte nunca podrás tener sexo" o "por qué quieres morir allí" dentro de las imágenes.

Mars One espera llevar sus primeras colonias a Marte para el año 2025, incluyendo la construcción de casas habitables, robots, e incluso huertos dentro de este planeta tan diferente al nuestro. Al proyecto, lanzado en 2013, postularon más de 200.000 personas, de las cuales en la actualidad solamente quedan 660 seleccionados. Un número que además está pronto a disminuir un poco más, durante este próximo lunes cuando sea presentada una nueva selección.

Finalmente, la empresa detrás de esta iniciativa eligirá solamente a cuatro finalistas por medio de un reality show, que buscará financiar la misión, y que enfrentará a los pre-elegidos para demostrar quienes tienen las mejores habilidades y competencias para sobrevivir en el planeta rojo.

UN VIAJE QUE PODRÍA NO EXISTIR

A pesar de que se espera que en tan sólo 10 años comience el viaje de los primeros colonos a Marte, muchos ponen en duda la viabilidad de este proyecto, ya que esta proeza requiere de unos avances tecnológicos y de unos sistemas capaces de suplir necesidades tan básicas como el abastecimiento de agua y oxígeno que quizás son imposibles.

Uno de los argumentos más completo en contra que tiene este proyecto fue presentado en octubre del año pasado varios ingenieros del Massachusetts Institute of Technology (MIT), durante el Congreso Internacional de Astronáutica en Toronto, Estados Unidos.

Según estos investigadores son varias las flaquezas de la misión. La primera y acaso la más trascendental, es el hecho de que los colonos podrían sobrevivir apenas 68 días debido al exceso de oxígeno. De acuerdo a los cálculos del MIT, para que personas como Dina y Jeremías permanezcan saludables tendrían que consumir 3.040 calorías diarias. Eso implica mantener una dieta equilibrada de granos, vegetales y harinas que como han dicho los organizadores de One Mars, se obtendrán de cultivos propios que sembrarán en 50 metros cuadrados.

La idea no parece descabellada, pero los cálculos de los ingenieros la dejan sin soporte. En realidad, dicen, si quieren lograr tal dieta, necesitarán un área de 200 metros cuadrados para la siembra. Pero tal cantidad podría generar niveles peligrosos de oxígeno que superarían los umbrales de seguridad contra incendios. En caso de que eso pase, que es lo más probable, van a necesitar introducción continua de nitrógeno para lograr un equilibrio. Y hasta el momento no hay una fuente inagotable ni tampoco una máquina capaz de reducir el oxígeno.

De hecho, como lo mencionaban en su página web lo científicos, llevar comida resultará más barato que hacer crecer alimentos. "Van a necesitar sistemas de riego e iluminación. Requerirán unos 875 sistemas de LED y, por supuesto, varias piezas de repuesto". Tenerlas, desde luego, resultará imposible. "Si requieres una pieza de recambio en Marte, hay que enviarla cuando una ventana de lanzamiento se abra, cada 26 meses, y luego esperar 180 días para que llegue allí", menciona uno de los críticos.

Pero esas conjeturas solo serían realidad en caso de que las naves lograran aterrizar en el planeta rojo, maniobra que requiere de mucha más precisión e ingenio que lo que han mencionado hasta ahora. Todo esto sin contar tampoco los costos de la misión, que serían mayores de lo estimado y sopresarían los US$4.500 millones.