Una científica captó de cerca los millones de bacterias que encontró luego de que su hijo jugara en el jardín con su perro.
Las manos pueden ser el caldo de cultivo para cientos de bacterias imperceptibles a simple vista, pero que están allí. Para poder demostrar gráficamente el resultado de no lavarse las manos asiduamente, la profesora estadounidense Tasha Sturm estudió la huella inmunológica de su hijo de ocho años.
El resultado es tan increíble como alarmante: las manos del pequeño tenían millones de bacterias, tal como se puede ver en la foto principal.
Según publica el portal de la BBC en español, el procedimiento utilizado por Sturm consistió en tomar la impresión de la mano de su hijo luego de que éste jugara en el jardín con su perro.
Luego esterilizó una placa que se usan en los laboratorios, le colocó agar (sustancia que se extrae algas y se usa como medio de cultivo de microorganismos) y le tomó la impresión de su mano sucia.
La huella quedó guardada en una incubadora a 37 grados durante un día entero y luego a temperatura ambiente.
Para cuando el resultado fue perceptible, se podían ver diseños parecidos a pequeñas flores de colores que en realidad eran colonias de microorganismos.
"Estoy guardando la placa para mostrársela a los estudiantes de microbiología en una semana y media", escribió Sturn en el blog microbeworld.org.
La experta explicó que esta imagen es solo una muestra de los miles de millones de microorganismos ajenos que puede tener el ser humano.
Sturm explicó que la mayoría de los dibujos que se ven en la foto son grupos de bacterias muy diversos conocidos como bacilos.
Por otra parte, las manchas blancas más grandes, probablemente, sean estafilococos y las amarillos micrococos.
"Estar expuesto a estos es parte de un sistema inmunitario saludable", explicó.
La profesional dijo que estos microorganismos son muy comunes y por lo general se encuentran en diferentes zonas del cuerpo, como nariz y manos.