La intensa búsqueda por nuevos lugares “habitables” nos ha permitido conocer otros mundos. Algunos demasiado fríos, otros muy calientes y otros, simplemente, sin superficie estable. Acá los más llamativos.
Desde hace muchos años los especialistas en la astronomía buscan entender el universo para obtener algunas respuestas sobre lo que sucede en él y en nuestro planeta. Asimismo, intentan encontrar algún astro que contenga vida o que presente características similares a la Tierra para considerarlo “habitable”.
En medio de esa tarea es que se han descubierto galaxias, estrellas y planetas que, por sus condiciones, son absolutamente inhabitables. Algunos son demasiado fríos, otros muy calientes y otros, simplemente, no tienen una superficie estable.
Así fue como el diario español El País recogió los seis planetas más extremos del universo: el más chico y el más cálido, son algunos de ellos. ¿Quieres saber cuáles son? Te los mostramos a continuación:
El más frio
Fuera del Sistema Solar, a 20 mil años luz de la Tierra, está ubicado el planeta conocido coloquialmente como Hoth (OGLE-2005-BLG-390Lb), por el astro helado de La Guerra de las Galaxias.
Este cuerpo, que aparentemente es rocoso, presenta una temperatura de -220 °C y una masa de, aproximadamente, 5,5 veces la de la Tierra.
Hoth está relativamente cerca de su estrella anfitriona, de hecho, si lo situáramos en nuestro sistema, estaría entre Marte y Júpiter. No obstante, su “sol” es frío y tiene poca masa.
La vida en él no resistiría, puesto que cualquier gas se solidificaría sobre la superficie.
El más calido
Un planeta ubicado a 650 años luz de la Tierra, en la constelación Cygnus, presenta temperaturas por sobre los 430 °C, aunque en su cara iluminada podría superar los 4.300 °C. Se trata de Kelt-9b, que es considerado el más caliente del universo.
“Lo encontramos en 2014, pero créase o no, nos tomó todo este tiempo convencernos de que este mundo realmente inusual y extraño era de hecho un planeta orbitando alrededor de otra estrella”, dijo a la BBC, el profesor de la Universidad del Estado de Ohio, Scott Gaudi.
Este cuerpo celeste está ubicado muy cerca de su estrella anfitriona, que tiene una masa dos veces más grande que el Sol y es casi el doble de caliente.
Kelt-9b es un gigante compuesto de gas, similar a Júpiter, que se encoge y disipa mientras las moléculas de su “atmósfera” se descomponen.
El más grande
Desde marzo de 2014, DENIS-P J082303.1-491201 b (conocido coloquialmente como 2MASS J08230313-4912012 b, aunque igual es impronunciable), está catalogado como el exoplaneta más grande de todo el universo.
Lo denominan un “enano marrón”, ubicado en la constelación Vela. Su tamaño es tal que los científicos discuten sobre si es considerado un planeta gigante de tipo gaseoso, como Júpiter, o si se debería clasificar como “enana marrón”.
Este cuerpo fue descubierto en Chile, con las instalaciones del Observatorio La Silla, en la región de Coquimbo.
El más pequeño
Descubierto con el telescopio espacial Kepler, el planeta Kepler 37b, ubicado en la constelación Lyra, es considerado el más pequeño del universo.
Es apenas algo mayor que la Luna e, incluso, tiene menor masa que Mercurio.
Según los estudiosos, es un mundo rocoso que se sitúa muy próximo a su estrella anfitriona, lo que significa que el calor hace que sea inconcebible la vida sobre su superficie.
El más viejo
PSR B1620-26 b, que tiene sólo 1.100 millones de años menos que el universo, es un gigante gaseoso con una masa 2,5 veces mayor a la de Júpiter. Si el cosmos nació hace 13.800 millones de años, este planeta tiene más de 12.700.
Es conocido coloquialmente como Matusalén y, además, tiene dos estrellas anfitrionas que giran una alrededor de la otra.
Una de ellas está compuesta absolutamente de neutrones y, la otra, es una enana blanca. Éstas provendrían de una estrella anterior que quemó todo su combustible y estalló como una supernova.
De acuerdo a la investigación científica, el planeta, por su formación temprana, no debería contener los elementos necesarios para la vida: oxígeno y carbono. Esto, puesto que ambos se formaron en tiempos posteriores al surgimiento de PSR B1620-26 b.
El más joven
V830 Tauri b es un sistema planetario que nació hace sólo dos millones de años, por lo que se le considera el más joven. Tiene tres cuartas partes de la masa de Júpiter, aunque todavía está creciendo.
El planeta sigue creciendo al colisionar con otros cuerpos celestes que lo rondan, como asteroides y cometas, lo que lo convierte en uno de los lugares más inseguros para vivir del universo.
La estrella anfitriona de V830 Tauri b tiene la misma masa que el Sol, aunque “el doble de radio”. Esto quiere decir que aún no termina de contraerse y continúa cambiando su forma hasta llegar a una definitiva.