Stefan Katzenbeisser, profesor en la Universidad Técnica de Darmstadt de Alemania, indicó que los sistemas de conmutación de trenes corrían el riesgo de sufrir ataques de "denegación de servicio", lo que podría causar largas interrupciones en los servicios ferroviarios.
Los piratas informáticos que bloquearon páginas web saturando el tráfico en la red podrían utilizar el mismo método para parar las computadoras que controlan los sistemas ferroviarios, dijo un experto de seguridad en una conferencia sobre "hackers" en Berlín.
Stefan Katzenbeisser, profesor en la Universidad Técnica de Darmstadt de Alemania, indicó que los sistemas de conmutación de trenes corrían el riesgo de sufrir ataques de "denegación de servicio", lo que podría causar largas interrupciones en los servicios ferroviarios.
"Los trenes podrían no chocar, pero el servicio se podría ver interrumpido durante bastante tiempo", aseguró Katzenbeisser a Reuters en los márgenes de la convención.
Las campañas de "denegación de servicio" son uno de los ciberataques más sencillos de llevar a cabo: los piratas reclutan un gran número de computadoras para saturar el sistema elegido con el tráfico de internet.
Los "hackers" han utilizado este sistema para atacar sitios de organismos de gobierno en todo el mundo y webs corporativas.
Los sistemas de conmutación de trenes, que permiten que los trenes cambien de una vía a otra en un cruce de ferrocarril, siempre han estado separados del mundo online, pero la comunicación entre los trenes y los controladores se maneja cada vez más con tecnología inalámbrica.
Katzenbeisser dijo que el GSM-R, una tecnología móvil usada para trenes, es más segura que la habitual GSM, utilizada en telefonía, que fue criticada nuevamente por los expertos en seguridad en la convención.
"Probablemente vamos a estar seguros en ese aspecto en los próximos años. El principal problema que veo es un proceso de cambio (...) de claves. Este será un gran tema en el futuro, cómo manejar estas claves de forma segura", señaló Katzenbeisser.
Las "claves" de encriptación, que se necesitan para garantizar la comunicación entre los trenes y los sistemas de intercambio, se descargan a dispositivos físicos como memorias USB y después se envían para su instalación, lo que aumenta el riesgo de que caigan en manos equivocadas.