El tiempo de exposición, la distancia y los ambientes secos –como oficinas con aire acondicionado– son factores determinantes de este malestar.
Cada vez es más común, sobre todo en personas menores de 60 años, que pasen una media de entre seis y ocho horas diarias frente a la pantalla de algún dispositivo. Ya sea la computadora, el celular, la tableta o la televisión, la tecnología exige que permanezca con los ojos puestos sobre estas superficies para todo: trabajar, leer, jugar, pasar el rato o sociabilizar.
El resultado es una sensación de somnolencia, sequedad y de irritación en los ojos que, en los peores casos, puede acompañarse con dolores de cabeza, mareos y dolor cervical. ¿Hay alguna forma de prevenirlo?
SÍNTOMAS Y PRECAUCIONES
Hay muchas teorías respecto a las consecuencias de la exposición visual prolongada. Según el expresidente de la Sociedad Uruguaya de Oftalmología, Miguel Zylberglajt, las pantallas modernas no causan ningún mal en sí mismas.
"El problema no son los dispositivos ya que, actualmente, ninguno genera daño ocular. El verdadero asunto es la cantidad de horas que se pasa frente a ellos y la distancia. Un uso prolongado puede despertar o acelerar algunos síntomas que son independientes de estar frente a la pantalla", explicó a Cromo.
El tiempo de exposición, la distancia y los ambientes secos –como oficinas con aire acondicionado– son factores determinantes para la ocurrencia de fatiga ocular, insuficiencia de convergencia (la “doble visión” es el síntoma más común) o el aceleramiento (pero no la causa) de un astigmatismo, sobre todo en las personas más jóvenes.
La cercanía, por ejemplo, provoca un esfuerzo de enfoque superior al que se emplea en la visión lejana.
Para quienes pasan muchas horas frente a la computadora, el especialista recomendó una serie de hábitos sencillos: pestañar cada pocos segundos para generar lágrima, alejar un poco el monitor, lubricar los ojos con gotas hidratantes y, sobre todo, tomarse un descanso de entre tres y cuatro minutos cada dos horas de uso ininterrumpido. También exhortó a consultar ante cualquier síntoma como ardor y visión doble.
A nivel técnico, aconsejó ajustar el brillo y el contraste de cada pantalla, según resulte más cómodo para el usuario y, en casos extremos de molestia, propuso colocar filtros a la pantalla. Estos funcionan como lentes de sol al opacar la emisión de brillo.
"Cuidarse es responsabilidad de cada paciente", sostuvo Zylberglajt. Y agregó: "Depende de cada uno tomar las medidas de precaución necesarias para evitar que la exposición prolongada de la vista en los dispositivos genere un daño o no".
Atender estos consejos puede aumentar el rendimiento de la visión, que es el sentido responsable de recibir el 80% de la información del entorno. Cuidarla es primordial.