Estas formas serían producto de antiguos flujos de lava y de la erosión de rocas hasta convertirse en regolitos, durante los últimos 3.300 millones de años.
La historia geológica de la Luna es más compleja de lo que se pensaba, indicaron hoy los resultados preliminares del primer vehículo de exploración lunar de China, Yutu, también conocido como Conejo de Jade.
Las mediciones de radar de penetración en el suelo tomadas por Yutu, revelaron al menos nueve capas bajo la superficie de su lugar de aterrizaje, lo que indica que ocurrieron múltiples procesos geológicos.
"Detectamos por primera vez múltiples capas bajo la superficie" de la Luna, dijo el autor en jefe Xiao Long, profesor de la Universidad de Ciencias Geológicas de Wuhan, China, quien atribuyó estas capas a antiguos flujos de lava y a la erosión de las rocas hasta convertirse en regolitos, o capas flojas de polvo, en los últimos 3.300 millones de años más o menos.
Uno de los hallazgos más interesantes es una capa ubicada a entre 140 y 240 metros de profundidad, dijo Xiao, quien también es profesor de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Macao.
"Creemos que esta capa es probablemente de rocas piroclásticas que se formaron en el transcurso de erupciones volcánicas", indicó Xiao a Xinhua en un correo electrónico. "Esto demuestra la diversidad de la actividad volcánica, pero lo más importante es que muestra que hay mucho contenido volátil dentro de la Luna".
Yutu es parte la misión lunar Chang'e-3 de China, la cual llevó un vehículo explorador y una plataforma estacionaria a la superficie lunar el 14 de diciembre de 2013, el primer aterrizaje en la Luna desde la misión Luna 24 de la Unión Soviética realizada en 1976.
La misión aterrizó en el norteño Mare Imbrium, o Mar de la Lluvia, una región de la que nunca que se habían tomado muestras directas y que se encuentra lejos de los sitios de aterrizaje de las misiones Luna y Apolo de Estados Unidos.
Yutu viajó un total de 114 metros en zigzag y luego se detuvo a cerca de 20 metros al suroeste del lugar de aterrizaje por problemas mecánicos. De modo que el vehículo explorador sólo estudió una pequeña área con el uso de dos antenas de radar capaces de penetrar la corteza de la Luna a profundidades de cerca de 400 metros.
Sin embargo, los datos son suficientes para mostrar que la composición del lugar de aterrizaje es distinta de los lugares de aterrizaje previos, dijeron los investigadores.
"En general, ya tenemos un entendimiento científico general de la Luna gracias a estas misiones lunares", dijo Xiao. "Pero si queremos tener un entendimiento integral de la estructura geológica, composición y formación material de la Luna, así como de su evolución, todavía se necesitan varios eventos de exploración", indicaron los investigadores.
"Por otra parte, la cooperación internacional eficaz es un imperativo considerando el alto costo de estas actividades", añadieron los investigadores.
Los hallazgos fueron publicados en la revista estadounidense Science.