Un gurú tecnológico aconseja a los usuarios a "limpiar" su Facebook de los amigos innecesarios y a mejorar la experiencia en la red social.
Contar con más de 200 amigos en Facebook es tener un problema, al menos para el gurú tecnológico Shelly Palmer quien recomienda un tratamiento para limpiar amistades sobrantes en la red social sin generar enemigos.
Esta purga, necesaria según el autor de "Digital Wisdom", permite hacer un uso más racional de Facebook y combatir tanto abusos como la pérdida de tiempo en la que se ha convertido para muchos usuarios navegar por esta plataforma.
"Si tienes 600 amigos probablemente tengas 400 de más. No te puede interesar tanta gente", aseguró Palmer en una entrevista con Efe en la que señaló que este proceso de ajuste forma parte de la evolución natural en Facebook, si bien es común que los usuarios se "asusten" a la hora de reducir su lista de amigos.
"Pero eso no es lo importante, lo principal es para qué se usa esta red social. Con el tiempo uno se da cuenta de que no tiene mucho valor Facebook a menos de que trates con un grupo reducido de personas", explicó este experto nominado a un Emmy por su programa de televisión "Hi-Tech" en la cadena Fox.
"Hay una razón por la que has perdido el contacto con tus amigos del colegio y el hecho de que te encontraran en Facebook no significa que tengas muchas cosas en común con ellos", indicó.
Su receta para soltar lastre consiste en dos fases, una más educada y otra más drástica.
La primera medida pasa por publicar en la red social un mensaje a todos los seguidores en el que se advierte que va a tener lugar un saneamiento de amigos y que solo se conservarán aquellos que hagan "me gusta" o realicen un comentario en esa entrada.
Hecho ese filtro inicial, se revisa el grupo de amistades resultante y se analiza lo que cada uno aporta de interés a la red social, si en algún caso no es suficiente, Palmer propone también romper relaciones en Facebook.
El autor admite que aunque el trance no sea "placentero" conlleva "beneficios reales" porque hace de la red social un espacio dinámico de intercambio de contenidos con personas que "realmente importan".
El número de amigos adecuado depende de cada persona, aunque Palmer sitúa un límite razonable en un par de centenares.
"El parámetro que yo uso es si compartiría las fotos de mis nietos aprendiendo a usar el orinal con toda esa gente en Facebook, si considero que alguien no debería verlas entonces no tengo que tenerlo como amigo", explicó este analista.
Aunque Facebook ofrece herramientas para impedir que usuarios listados como amigos vean las publicaciones, Palmer considera esto una incongruencia.
"Si no quieres que vean tus cosas ¿porqué eres su amigo? Si te preguntan por qué les sacaste les puedes decir que tratabas de poner en orden tu Facebook que era inmanejable y esperas que te puedan perdonar", aconsejó Palmer.
Otra alternativa para realizar esta limpieza de amigos sería abrir una segunda cuenta en Facebook con otro nombre y para uso más privado, una opción por la que, según dijo Palmer, han optado muchos usuarios, mientras que otros prefirieron eliminar su perfil actual y empezar de cero.
La experiencia del "Facebook Cleanse" (según su nombre en inglés) cuenta con numerosos practicantes tal y como se comprueba con una simple búsqueda por internet, donde se pueden encontrar métodos de "desintoxicación" de amigos para todos los gustos.
El libro "Digital Wisdom" fue presentado digitalmente en la feria CES de Las Vegas y se comercializará el próximo 5 de febrero.
En esta obra, además de tratar sobre las redes sociales, Palmer analiza el acelerado cambio que las nuevas tecnologías están causando en el mundo, una transformación "imparable" y difícil de seguir para "mucha gente" que no tendrá más remedio que "convertirse de nuevo en estudiante" para no quedarse atrás.
"El mundo de hoy no es el de ayer, aunque lo parezca a simple vista", manifestó Palmer quien da por buena la teoría del visionario Ray Kurzweil que barrunta que para 2029 las máquinas serán tan inteligentes como el ser humano y se realizarán implantaciones de chips en el cuerpo, lo que marcará la siguiente evolución del Homo Sapiens.